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“Las ideas se
exponen
no se imponen”
CAEN
Centro de Altos Estudios Nacionales
ESCUELA DE POSGRADO
Revista
CUADERNOS DE TRABAJO
N° 20
31 de diciembre de 2022
LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN Y
LA SEGURIDAD
NACIONAL


Revista Cuadernos de Trabajo - N°20
-
Créditos
Los medios de comunica ción y la seguridad  nacional.
Centro de Altos Estudios Nacionales
Escuela de Posgrado
CAEN-EPG
Revista CUADERNOS DE TRABAJO 
N°20
Cuadernos de trabajo
Director General CAEN-EPG
Gral Div Walter Astudillo Chávez
Director de Investigación Académica 
CAEN-EPG
 Dr. Carlos Castilla Bendayán
Director Revista Académica 
Cuadernos de Trabajo
 Dr. Carlos Castilla Bendayán
Editor
Mg. Fernando Elías Zegarra López
Corrección de Estilo
Lic. Kelly Rosa Figueroa Almonacid
Diagramador
CC
$
 Bach. Luis David Ochoa Modesto
BY NC SA
 ARTE  AD  GLORIAM ASCEND
CAENCentro de Altos
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Estudios Nacionales
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ESCUELA DE POSGRADO
“Las ideas se
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no se imponen”





Revista Cuadernos de Trabajo - N°20
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Presentación: pp. 4-5
PP. 6-20
Los intereses nacionales, la integridad del estado
y las fuerzas armadas.
Manolo Eduardo Villagra
STEP 02
PP. 21-28
El irreal sistema de abastecimiento nacional 
y su influencia en la gestión de los activos
críticos nacionales.
Edwars Orizano Ríos
PP. 29-38
La gobernanza y desarrollo humano en la
política de seguridad y defensa nacional.
Helga Cecilia Frech H. 
PP. 39-50
Prensa libre e informada para la
seguridad nacional.
Fernando Elías Zegarra López
CLAÚSULA DE RESPONSABILIDAD
Las ideas contenidas en los artículos 
de la presente revista virtual son de 
responsabilidad de sus autores y no 
reflejan necesariamente el pensamien-
to de esta casa superior de estudios.
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no se imponen”

Revista Cuadernos de Trabajo - N°20
Presentación
Fernando Elías Zegarra López
 
Un pueblo sin educación puede convertirse en una preocupación con magnitud de amenaza para 
la Seguridad Nacional, peor si su condición lo hace rebelde ante las normas estatales que regulan la repú-
blica. Por tal razón, es muy importante que la mayoría de peruanos reciban una sólida educación cívica, 
para que se comporten como buenos ciudadanos; conozcan que tienen derechos, y entiendan que ellos 
tienen un límite: el derecho de su prójimo. Cuando –por incapacidad–este contexto se desborda y se 
torna incontrolable, se puede rozar con la anomia y la ingobernabilidad generando escenarios de riesgo 
con efectos negativos para el quehacer individual y nacional.
 
Por tal razón, nuestra principal norma legal, la Constitución Política del Perú, apropiadamente 
señala que la educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana, en la cual el 
Estado juega un rol sustancial, asegurando que nadie se vea impedido de recibir la educación adecuada, 
al igual que los padres de familia, por el deber que tienen en educar a sus hijos. Adicionalmente, coadyu-
vando con este propósito, nuestra “ley de leyes” prescribe que los medios de comunicación social deben 
colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural.
 
La educación para el desarrollo integral implica una formación de valores cívicos, conocimientos 
y capacidades con el objeto de que –en su momento– el individuo pueda efectuar una actividad económi-
ca que le conduzca a una vida digna, coexistiendo decentemente en la comunidad que habita. En este 
proceso, todos los peruanos debemos entender la necesidad de reconocer, aprehender y poner en práctica 
la normatividad que permita ejercer nuestra ciudadanía, acatando normas básicas de comportamiento 
que facilitan el buen vivir. Esas pautas cardinales llevadas a los hechos –en el ámbito nacional– consoli-
dan el estado constitucional y democrático de derecho, cuyo ejercicio facilita la creación de condiciones 
que nos permitirá disponer de mejores niveles de paz y tranquilidad, lo cual, consecuentemente irradiará 
certidumbre para disponer de mayor inversión privada, favoreciendo a nuestra economía.
 
Pero, en la vida real de nuestro Perú, la educación cívica es deficiente; existe un porcentaje signi-
ficativo de personas que les importa muy poco conocer las reglas ciudadanas y menos cumplirlas, situa-
ción que ha sido notoria en el mes que cierra el “año del fortalecimiento de la soberanía nacional” en el 
cual hemos sido vulnerados por varios flancos, empezando por la autoridad responsable de dirigir –nada 
menos que– el Sistema de Defensa Nacional,  y como colofón de su desafortunado paso en el Poder 
Ejecutivo vulneró la institucionalidad democrática, declarando la disolución inconstitucional del Con-
greso de la República, con el aplauso de miles  de peruanos mal educados que –equivocadamente– salie-
ron a protestar, pidiendo el cierre del parlamento nacional y exigiendo otro quiebre constitucional, con 
la intención de instaurar una nueva constitución, en contra de lo que señala nuestra norma máxima, y –en 
casi todos los casos– realizando actos violentos que calzan con el delito de terrorismo. Adicionalmente, 
gobernantes de otros países levantaron sus voces apoyando al ex gobernante, en una clara intromisión a 
nuestros asuntos internos. Ante tales evidencias, la conducta de la prensa exige su directa interposición 
para orientar a los desubicados. En contraposición, algunos guardan silencio, miran de costado en contra 
de su obligación, o incluso incentivan la manifestación desacertada, ganándose el rótulo de pertenecer al
“vil oficio”.
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no se imponen”

Revista Cuadernos de Trabajo - N°20
 
La falta de educación cívica de la población, ha tenido como resultado pobres niveles de interés 
para involucrarse en la vida política nacional dando, con su voto, libre licencia –en el manejo del timón 
de nuestra administración pública– a personas incapaces e inmorales para tal fin. En esta parte de la 
educación, es donde cobra relevancia la actuación de los medios de comunicación, que a su vez requie-
ren conectarse con el conocimiento necesario, y así puedan aportar en la construcción de una opinión 
pública responsable. De allí la importancia de su intervención orientadora para que la protección de los 
objetos de la Seguridad Nacional no se vea perjudicada por personas que la misma sociedad y el Estado 
deben proteger.
 
Es por esta razón, que la presente edición, destaca algunos factores de la vida nacional que nece-
sitan el apoyo de los medios de comunicación. En primer término, Manolo Eduardo subraya que el sector 
educativo es el principal promotor del desarrollo de capacidades de juicio crítico y discusión asertiva, 
con la finalidad que la ciudadanía alcance una verdadera concientización para involucrarse en el enfren-
tamiento a las amenazas emergentes, como la crisis hídrica y la contaminación ambiental, y que en este 
menester los medios de comunicación tienen una ocupación trascendental.
 
Luego, Edwars Orizano analiza la Ley de contrataciones y su Reglamento y pone en relieve la 
demanda de implementar un sistema de abastecimiento basado en procesos, protocolos, acciones y flujos 
claramente definidos y estandarizados que logren dinamizar la acción del abastecimiento técnico, invo-
lucrando todos los eslabones del sistema, acción que se verá fortalecida con el apoyo de los medios de 
comunicación.
 
Por su lado, Helga Frech nos ofrece el artículo “La gobernanza y desarrollo humano en la Política 
de Seguridad y Defensa Nacional” en el que indica que los medios de comunicación cumplen un rol 
esencial en la socialización de los derechos y en particular de los deberes de todos los ciudadanos en 
favor de la Seguridad Nacional, particularmente para difundir información objetiva y veraz que coadyu-
ve con el desarrollo sostenible del país.
 
Finalmente, se presenta un análisis en torno al rol de los medios de comunicación y la Seguridad 
Nacional, observando los problemas que se presentaron  en nuestro pasado reciente, exhortando la opti-
mización de las acciones propias de su función constitucional, particularmente para el fortalecimiento 
del orden constitucional y la edificación de una cultura de seguridad nacional, que se refleje en una 
sólida identidad nacional traducida no únicamente en el amor al suelo patrio, sino en la plena identifica-
ción de su ordenamiento legal concretado en el irrestricto respeto a la ley.
 
Es inadmisible que existan peruanos que quieran quebrar la base fundamental de la existencia de 
la República del Perú, por su terca y limitada capacidad para comprender que el orden es valioso para 
contar con los elementos indispensables que contribuyan al crecimiento económico. Es injustificable que 
el uso de la violencia sea empleado en el despreciable objetivo de quebrantar la Constitución Política 
para cambiarla por el caos de ideologías foráneas, en detrimento del esfuerzo realizado por nuestros 
antepasados que, desde 1823 nos legaron el marco de institucionalidad y el régimen democrático en 
provecho del futuro de las venideras generaciones. Los medios de comunicación, por tanto, para realizar 
bien su trabajo, deben contar con profesionales que –con el conocimiento adecuado– canalicen informa-
ciones y enfoques coherentes a fin de favorecer la disposición de una opinión pública que irradie la
voluntad de trabajar en beneficio del Perú.
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no se imponen”



 
 LOS INTERESES NACIONALES, LA 
INTEGRIDAD DEL ESTADO Y LAS FUERZAS 
ARMADAS 
 
NATIONAL INTERESTS, THE INTEGRITY OF THE 
STATE AND THE ARMED FORCES 
 
Manolo Eduardo Villagra 
29727085@caen.edu.pe 
Centro de Altos Estudios Nacionales 
ORCID: https://orcid.org/0000-001-9151-5058 
 
Magíster  en  Ciencias  Militares  con  mención  en  Planeamiento  Estratégico  y  Toma  de  Decisiones, 
Magíster en Gestión e Innovación Tecnológica, Magíster en Ciencias de la Educación, Licenciado en 
Administración,  Diplomado  en  Seguridad  y  Defensa  Nacional,  y  Diplomado  en  Liderazgo  y 
Planeamiento  Estratégico.  Ha  realizado  el  Programa  de  Comando  y  Estado  Mayor  Conjunto.  Es 
colaborador del Centro de Estudios Estratégicos del Ejército del Perú (CEEEP). Actualmente participa 
en el VII Doctorado de Desarrollo y Seguridad Estratégica en el Centro de Altos Estudios Nacionales 
(CAEN-EPG). 
 
Resumen 
 
La preocupación por asegurar que todos los ciudadanos tengan un desarrollo integral demanda 
del Estado una especial atención en viabilizar los caminos para que ese estado ideal se concrete. Sin 
embargo, en las últimas décadas, desde los noventa aproximadamente, las diversas amenazas, más aún 
con la pandemia por la COVID-19, han evidenciado las profundas brechas que se tienen en seguridad. 
Frente  a  ello,  se  propone  un  nuevo  enfoque  para  abordar  la  seguridad,  ahora  desde  el  desarrollo 
humano. Por lo tanto, las Fuerzas Armadas (FF. AA.), al igual que todos los actores sociales de un 
país,  tienen  la  responsabilidad  de  garantizar  el  desarrollo  nacional,  fortaleciendo  la  seguridad.  Para 
lograrlo es necesario compartir una conciencia social que identifique las amenazas contemporáneas y 
las  crisis  emergentes  y  responder  adecuadamente  frente  a  estas.  El  sector  educativo  es  el  principal 
 
 

 



 
promotor  del  desarrollo  de  capacidades  de  juicio  crítico  y  discusión  asertiva,  con  la  finalidad,  de 
alcanzar  una  verdadera  concientización.  Compromiso  que  los  medios  de  comunicación  y  las  redes 
sociales, deberían asumir, precisamente, para fomentar el intercambio de conocimientos y los espacios 
de debate sobre los intereses en común de la nación; como lo son las amenazas a la seguridad nacional. 
En el siguiente artículo se analizarán los aspectos referidos a la conciencia social, el rol de los medios 
de comunicación, las amenazas a la integridad y seguridad del Estado, así como el rol de las Fuerzas 
Armadas para preservar los intereses nacionales y la conquista de los objetivos propuestos al 2050.  
 
Palabras clave: Intereses nacionales, concientización,  medios de comunicación, supervivencia 
del estado, amenazas contemporáneas, educación. 
 
Abstract 
 
The  concern to  ensure that  all  citizens  have  comprehensive  development  demands  special  attention 
from the State in making the paths viable for that ideal state to materialize. However, in recent decades, 
since the 1990s or so, the various threats, even more so with the COVID-19 pandemic, have revealed 
the deep gaps in security. Faced with this, a new approach is proposed to address security, now from 
human development. Therefore, the Armed Forces (FF. AA.), like all the social actors of a country, 
have the responsibility of guaranteeing national development, strengthening security. To achieve this, 
it is necessary to share a social conscience that identifies contemporary threats and emerging crises and 
to  be  able  to  respond  adequately  to  them.  The  educational  sector  is  the  main  promoter  of  the 
development  of  critical  judgment  and  assertive  discussion  capacities,  in  order  to  achieve  true 
awareness. Commitment that the media and social networks should assume, precisely, to promote the 
exchange of knowledge and spaces for debate on the common interests of the nation; as are threats to 
national security. The following article will analyze the aspects related to social conscience, the role of 
the media, threats to the integrity and security of the State, as well as the role of the Armed Forces to 
preserve national interests and the conquest of the objectives proposed for 2050. 
 
Keywords: national interests, awareness, media, survival of the state, contemporary threats, 
education. 
 
 
 

 



 
Introducción 
Jean  Jacques  Rousseau,  filósofo  francés  conocido  por  ser  un  enciclopedista,  señaló  que  “la 
igualdad  no  significa  que  todos  tengamos  la  misma  riqueza,  sino  que  nadie  sea tan  rico  como  para 
poder comprar a otro y que nadie sea tan pobre como para tener que venderse” (Córdoba, 2019, p. 1). 
De lo que se entiende que, en una nación moderna y, más aún,  en la posmoderna, se requiere de un 
Estado que vele por el bienestar de cada ciudadano al brindarles seguridad para un adecuado desarrollo. 
Por otro lado, Carl von Clausewitz (1989), teórico militar de gran significancia a la doctrina militar, 
explicaba que: 
Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la guerra, cuanto más afectan a 
los  intereses  vitales  de  los  pueblos,  con  mayor  empeño  se  tratará  de  derribar  al  adversario, 
entonces  tienden  a  confundirse  objetivo  guerrero  y  fin  político  y  la  guerra  aparece  menos 
política y más puramente guerrera. (p.182) 
Es decir, parte de las responsabilidades del Estado es brindar seguridad a su nación, pero esta 
no puede estar desvinculada de la política, ya que alcanzarla no solo involucra la Defensa, sino también 
contar con un adecuado marco legal que la fomente y proteja.  
En  el  Perú,  el  Centro  Nacional  de  Planeamiento  Estratégico  (CEPLAN)  presentó  el  Plan 
Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050. En dicho documento se puede leer lo siguiente respecto de 
la visión del Perú al 2050 “…somos un país democrático, respetuoso del Estado de derecho y de la 
institucionalidad,  integrado  al  mundo  y  proyectado  hacia  un  futuro  que  garantiza  la  defensa  de  la 
persona humana y de su dignidad en todo el territorio nacional” (p. 21). Además, se agrega que: 
El Estado constitucional es unitario y descentralizado. Su accionar es ético, transparente, eficaz, 
eficiente, moderno y con enfoque intercultural. Juntos, hemos logrado un desarrollo inclusivo, 
en igualdad de oportunidades, competitivo y sostenible en todo el territorio nacional, que ha 
permitido erradicar la pobreza extrema y asegurar el fortalecimiento de la familia. (CEPLAN, 
2022, p.21) 
 
De modo que para el 2050, se plantea que el Estado supere muchas de las amenazas actuales y 
que,  al  mismo  tiempo,  desde  un  enfoque  de  desarrollo  humano,  las  personas  se  sientan  con  la 
posibilidad de desarrollarse en un ambiente seguro.  
 
 

 



 
 
Frente a este escenario se hace oportuna una reflexión respecto de los ejes fundamentales que 
han de considerarse para alcanzar dicho estado deseado. Entonces, en las siguientes líneas se analizan 
dichos pilares para el desarrollo y la seguridad nacional, así como quiénes podrían responsabilizarse 
de las acciones por realizar. 
 
Conciencia social y los intereses nacionales 
La conciencia social permite que las personas se reconozcan como parte de una unidad y un 
territorio,  con  quienes  participan  en  intereses  y  metas  comunes.  Primero,  de  todas  las  instituciones 
sociales —casa, escuela, iglesia, entre otros— (Giddens, 2000), la segunda es la responsable de los 
mecanismos cognitivos que hacen a un sujeto desarrollar capacidades, habilidades y competencias que 
sean las adecuadas para alcanzar todos sus objetivos (Rodríguez, 2009). Sin embargo, actualmente, los 
actores educativos han evidenciado que los objetivos propuestos en los centros de formación no están 
alcanzando los resultados deseados. En la investigación de Rodríguez (2009), se plantea que: 
Los colegios parecen estar atravesando por un momento importante de cambios. Sin embargo, 
esto no es un sentir en el conjunto de la institución, sino sobre todo en el nivel de los directivos, 
quienes se muestran más conscientes de la necesidad de ciertos cambios. Relacionados con el 
tema  del  estudio,  los  ámbitos  de  la  vida  institucional  en  los  cuales  se  señalan  cambios  en 
proceso son los de los estilos de enseñanza, la disciplina y la coeducación. (p. 118) 
De  modo  que,  si  desde  la  dirección  de  los  centros  educativos  se  está  considerando  ello,  cabe 
preguntarse  cómo  estará  el  desarrollo  de  la  conciencia  social  de  los  estudiantes.  Por  un  lado,  la 
conciencia social se entiende como la actividad mental en la que una persona siente empatía por otros 
y  se  sensibiliza  con  ellos,  quienes  son  miembros  de  su  comunidad  o  grupo  (Mantilla,  s.f.).  Este 
planteamiento se postula desde la propuesta sociológica de la conciencia colectiva en la que Durkheim 
recoge  la  concepción  de  la  solidaridad  orgánica,  jurídica  y  religiosa  con  la  moralidad  que  propone 
(Mantilla,  s.f.).  Por  lo  tanto,  desarrollar  una  conciencia  social  involucra  contar  con  los  siguientes 
argumentos, esto en correspondencia con el razonamiento de Gurvitch: 
 
 
 
 

 



 
Figura 1 
Argumentos de la conciencia social 
 

Identidad e 
identificación de las 
conciencias 
individuales
Ascendencia moral 
Formas de 
de la conciencia 
sociabilidad
colectiva
Universalidad 
Conciencia del 
lógica de las 
deber
preocupaciones
Conciencia colectiva 
Fundamentos 
de ideales y recursos
objetivos
 
Nota. Adaptado de Mantilla (s.f., p. 365) 
 
Por lo tanto, la conciencia social no solo se queda en el aspecto  cognitivo, sino que tiene un 
vínculo ineludible con la realidad y el ambiente que rodea al sujeto. La construcción de estos puentes 
entre lo cognitivo y lo real, le corresponde asumirlos a la educación.  
 
En el Perú, el Proyecto Educativo Nacional al 2036 propone como visión, los mismos Objetivos 
del Desarrollo Sostenible (ODS), y los objetivos del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 
(CEPLAN, 2022): 
Todas  las  personas  en  el  Perú  aprendemos,  nos  desarrollamos  y  prosperamos  a  lo  largo  de 
nuestras  vidas,  ejerciendo  responsablemente  nuestra  libertad  para  construir  proyectos 
personales  y  colectivos,  conviviendo  y  dialogando  intergeneracional e  interculturalmente en 
una sociedad democrática, equitativa, igualitaria e inclusiva, que respeta y valora la diversidad 
en todas sus expresiones y asegura la sostenibilidad ambiental. (MINEDU, 2020, p.61) 
Sin  embargo,  alcanzarla  involucra  que  la  nación  cuente  con  seguridad  para  que  todos,  desde  sus 
diferentes  funciones,  contribuyan  con  el  desarrollo  nacional.  Nadie  puede  amar  o  cuidar  lo  que  no 
 
 
10 
 



 
conoce y por ello, la responsabilidad de la educación es lograr una concientización de la sociedad en 
los intereses nacionales (recursos naturales para la supervivencia del estado, activos críticos nacionales 
y  respeto  al  principio  de  su  soberanía  jurídica  legal,  entre  otros),  ello  relacionado  con  la  historia, 
educación, bases éticas, valores cívicos y costumbres de los ciudadanos en todo el territorio. Aspectos 
que,  en  la  investigación  de  Rodríguez  (2009),  se  habían  señalado  como  los  que  demandan  una 
reestructuración del aprendizaje. Villegas y Villegas (2019) agregaban que, la conciencia social debe 
de ser construida de manera cotidiana en una dinámica de “acercamiento teórico y bajo una postura 
crítica,  que  posibiliten  interpretar  la  realidad,  a  partir  de  la  construcción  de  un  conocimiento 
fundamentado,  …generar  actitudes  de  compromiso  con  la  acción”  (pp.4-5).  Por  lo  tanto,  en  la 
actualidad, la educación no ha logrado desarrollar esta manera de concientización y esto dificulta que 
las generaciones egresadas de las diferentes etapas del proceso educativo y quienes particularmente se 
encuentran en formación, puedan alcanzar conciencia social de los intereses nacionales. De modo que, 
el hacer frente a las amenazas se hace más complejo porque la nación no conoce los riesgos a su propia 
seguridad.  
 
Los medios de comunicación social y los intereses de la nación 
Marshall McLuhan, filósofo canadiense, planteó el concepto de aldea global para describir la 
rapidez con la que los medios de comunicación, basados en la internet y los satélites, pueden superar 
cualquier  distancia  y  así,  hacer  que  prospere  el  intercambio  de  información  (Mussico,  2022).  Este 
planteamiento revela la importancia del manejo de información en términos de rapidez y seguridad de 
los datos. Aplicar estos criterios a un discurso orientado a la protección de los intereses nacionales, se 
hace  prioritario  para  un  Estado  cuya  misión  es  fortalecer  su  tejido  social  y  alimentar  la  identidad 
nacional. Tomando en cuenta que, en los últimos veinte años, con el desarrollo técnico en la captación 
y  transmisión  de  imágenes  y  de  datos  en  formatos  de  grabación,  las  formas  de  intercambio  y  la 
velocidad con las que se realizan se han intensificado significativamente. Esta última dinámica descrita, 
ahora también es parte de la vida diaria de las nuevas generaciones y, por ende, parte del  imaginario 
colectivo.  
 
 
 
11 
 



 
Con  el  manejo  de  datos  nacionales  e  internacionales  en  tiempo  real,  junto  a  la  variedad  de 
fuentes informativas, es un riesgo que tanta información circule sin que esta cumpla con los criterios 
mínimos de calidad, que aporten al desarrollo nacional. En este sentido, las fake news, que se han hecho 
muy populares, agravan el desconocimiento o manipulación de los datos desde enfoques que podrían 
tildarse de “sesgados” y que pierden la objetividad de la información, lo que lleva al público a juicios 
lejanos de la realidad bajo argumentos falaces (Mendiguren, Pérez y Meso, 2020). Bacon señalaba que 
“el saber es poder” (Espinoza, 2016, párr. 5), es decir, contar con conocimientos y manipularlos puede 
ser  el  origen  para  influir en  otros  de  manera  muy específica.  En consecuencia,  el poder  que  brinda 
manejar  información,  si  se  realiza  de  manera  positiva,  podría  fomentar  en  la  nación  una  identidad 
nacional  y  guiarla  permanentemente  en la  preservación  de  sus  verdaderos  intereses.  De  ahí  que,  es 
prioritario y relevante procurar la objetividad y calidad de la información que se maneja.  
En la mayoría de los contenidos que se ofrecen en redes sociales se puede identificar que, lejos 
de fortalecer una conciencia cívica de respeto a la sociedad, se genera lo contrario, es decir, una fractura 
o debilitamiento de esta. El manejo de diferentes discursos, algunos de ellos con enfoques que sirven 
a determinadas voluntades, y que valoran al espectador como un sujeto manipulable, mas no como un 
ciudadano que desea estar mejor informado y que, luego, no solo llegará a replicar los datos, sino que 
debe de desarrollar un juicio crítico frente a ellos (Riffo, 2015). Los medios de comunicación deberán 
comprometerse a brindar información confiable y que invite a la discusión, con mayor énfasis en las 
amenazas que se presentan para la nación, considerando que el país, pese a sus más de doscientos años 
de independencia, todavía se encuentra en la construcción de una identidad nacional (Castro, 2019). 
Entonces, a fin de consolidar una unidad entre todos los peruanos, los medios de comunicación y las 
redes  en  general  podrían  sumarse  procurando  gestar  espacios  para  evidenciar  la  realidad  de  las 
amenazas y cómo estas ponen en riesgo la seguridad de cada ciudadano.  
Por  lo  tanto,  un  adecuado  análisis  de  los  problemas  nacionales,  en  especial,  de  aquellas 
amenazas que atentan contra la seguridad de la nación se alejaría del sensacionalismo y se esforzaría 
por cumplir su compromiso formativo con la población. Cabe indicar que, algunos medios han señalado 
que  ellos  “están  para  entretener  y  no  para  educar”;  sin  embargo,  la  realidad  comparada  en 
investigaciones y en la dinámica de los medios de comunicación de otros países ha permitido evidenciar 
la  gran  influencia  que  esta  diversidad  de  programas  puede  tener  en  los  ciudadanos  y  espectadores 
(Vizuete, 2013). La prensa como tal, debe sumar a la consecución de los objetivos nacionales, crear 
 
 
12 
 



 
conciencia cívica en la población a través del fortalecimiento de su educación y sobre todo contribuir 
a la construcción de un peruano virtuoso.  
 
Las amenazas a la seguridad y a la integridad del Estado 
Se entiende una amenaza como la suma de: 
actividades o acciones que son percibidas como una situación latente en la que un actor con 
intención  y  capacidad  puede  afectar  la  seguridad  nacional.  También,  comprende  aquellas 
situaciones o manifestaciones de la naturaleza que pueden afectar a los intereses nacionales. 
(Secretaría de Seguridad y Defensa Nacional, 2015, p.51) 
 
Es  decir,  son  las  amenazas  las  que  ponen  en  riesgo  la  seguridad  de  un  país.  Aunque,  la 
concepción  que  se  tiene  respecto  de  la  seguridad  es  polisémica,  se  puede  intentar  proponer  como 
definición que una sensación, una condición alcanzada, en el que se evidencia la ausencia de amenazas 
respecto  de  su  ambiente  social  y  natural,  al  ser  un  escenario  ideal,  muchas  veces,  a  lo  largo  de  la 
historia,  los  Estados  han  tenido  que  luchar  para  conquistarla  (Secretaría  de  Seguridad  y  Defensa 
Nacional, 2015). De modo que, la seguridad se debe alcanzar.  
La investigación ha identificado que existen diversos tipos de amenazas, mismas que pueden 
agruparse en tradicionales y “emergentes”.  Ambas conviven de manera paralela y, en medio de ellas, 
el Estado despliega sus capacidades para alcanzar la seguridad. Nos referimos al terrorismo, la pobreza 
extrema, la exclusión social, los desastres naturales y también se cuentan las amenazas que provienen 
del exterior. En las internas, mencionamos la falta de democracia en las instituciones gubernamentales 
(Rodríguez,  s.f.).  Cabe  hacer  mayor  énfasis  en  las  “amenazas  emergentes”  o  nuevas  amenazas, 
entendiendo  así  a las  “de  naturaleza  diversa,  alcance  multidimensional  e incluso  transnacional,  que 
afectan en diversos grados la seguridad del Estado y ponen en riesgo su institucionalidad” (Gómez de 
la Torre, 2020, diapositiva 7). Las amenazas a la integridad y seguridad del Estado pueden convertirse 
en una realidad: la crisis hídrica, alimenticia, ambiental, de inmigración, entre otras hoy por hoy, son 
parte de las amenazas emergentes que no deben ser pasadas por alto y que deben incluirse en el proceso 
de formación de los estudiantes para que puedan profundizar su impacto y los daños que pueden causar. 
Únicamente al conocer el panorama completo, la ciudadanía se sumará a los objetivos propuestos en 
 
 
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la visión nacional que se tiene. De ahí que se requiere una estrategia por parte del Estado para que el 
futuro sea seguro para todos.  
 
Estrategia del Estado para asegurar su supervivencia en escenarios futuros 
El Estado peruano con el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 (PEDN, 2022), se 
plantea como un país en concordancia al contexto global que analiza su realidad,  reconoce los retos 
desde  el exterior,  identifica  oportunidades  y  los  riesgos  y  amenazas  desde el entorno  externo, cuya 
característica principal es la necesidad de ser atendidos en forma multidimensional por parte del Estado, 
como se pone en evidencia en la Figura 2.  
Figura 2 
Riesgos y amenazas del entorno externo 
 

Ciberdelincuencia
Terrorismo
Crisis hídrica
Degradación del 
Crisis sanitaria
medio ambiente
 
Nota. Adaptación de CEPLAN (2022, pp. 54-55) 
 
Cabe señalar que, debido al reordenamiento mundial post pandemia COVID-19, Guerra Rusia 
Ucrania, y las pugnas entre EE. UU. y China por el control de la economía y el comercio global, se 
consolida  con  mayor  consistencia  la  necesidad  de  una  estrategia  nacional  para  asegurar  su 
supervivencia en escenarios futuros. Entonces, el PEDN no es una estrategia, es un plan que ha de ser 
implantado para que pueda hacer frente a esos nuevos escenarios.  
 
 
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En este sentido, el CEPLAN tendría la responsabilidad de articular el plan con la estrategia que 
se proponga. Aunque, actualmente, el desarrollo se propone desde un enfoque multisectorial se ha de 
requerir  la  participación  de  los  diferentes  ministerios.  Asimismo,  a  diferencia  de  la  percepción 
tradicional, que sostenía que la seguridad nacional era responsabilidad solo de las Fuerzas Armadas 
(FF. AA.), ahora, la doctrina propone que todos los ciudadanos tienen cierto grado de responsabilidad 
y participación, pues se enfoca en el desarrollo humano. Sin embargo, son las FF. AA. las que tendrán 
un rol protagónico de acuerdo con el rol que les corresponde.  
En la primera etapa se requiere identificar las amenazas y los riesgos, así como los alcances 
que pueden tener en la realidad nacional. En este punto incluso, se puede tomar en cuenta información 
obtenida  en  investigaciones  internacionales  y  no  solo  nacionales  (Cavero,  2019).  Segundo,  los 
tomadores de decisiones, como es el caso de los gobernantes, políticos y funcionarios, deben desarrollar 
una  conciencia  social  para  enfrentar  las  amenazas  desde  un  enfoque  multidimensional.  Tercero,  se 
establecerán alianzas con las instituciones, universidades y sector privado que genere investigación a 
fin  de  manejar  datos  actualizados  y  aunar  esfuerzos  para  manejar  el  mismo  discurso  de  Seguridad 
Nacional.  Cuarto,  organizar  los  equipos  de  trabajo  y  seguimiento  de  los  alcances  y  avances. 
Finalmente, realizar autoevaluaciones progresivas desde las responsabilidades que le correspondan a 
cada institución.  
 
Cabe indicar que esta estrategia requiere del apoyo del Ministerio de Educación en la medida 
que  el  Proyecto  Educativo  Nacional  comparta  objetivos  con  la  propuesta  de  Seguridad  Nacional. 
Primero, al reconocer la centralidad de la educación desde un enfoque de desarrollo humano se supera 
la pretensión de aislar la educación solo a nivel teórico cuando la clave es que la educación sea dinámica 
(Iguiñiz, 2005). Segundo, la preparación del currículo es una propuesta de reforma que responde a los 
nuevos paradigmas que se diseñarían desde la propuesta estratégica de seguridad (Eguren, Belaunde y 
Gonzáles, 2019). Entonces, la educación resulta fundamental para que los objetivos del plan y de la 
estrategia se concreticen en la sociedad.  
 
 
 
 
 
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Las Fuerzas Armadas y la seguridad e integridad del Estado 
Gómez  de  la  Torre  et  al.  (2018) explicaba  que,  desde  la  Constitución  de  1993,  las  FF.  AA. 
asumieron  nuevos  roles  constitucionales:  (a)  garantizar  la  independencia,  la  soberanía  e  integridad 
territorial; (b) participar en el orden interno; (c) participar en el desarrollo nacional, económico y social; 
(d)  participar  en  la  Defensa  Civil;  (e)  participación  en  las  Operaciones  de  Paz  (OPAZ)  (política 
exterior).  En este marco, en consideración de la estrategia referida en líneas anteriores, las Fuerzas 
Armadas –además de instruirse, prepararse y entrenarse para el cumplimiento de su rol fundamental y 
roles subsidiarios– deberán ser el elemento reactivo del sector defensa y carta estratégica  del Estado 
peruano. Es por ello, que los tomadores de decisiones de índole político deben de asegurar y garantizar 
al  país,  unas  FF.  AA.  equipadas,  acondicionadas  y  en  altos  niveles  de  operatividad  frente  a  las 
amenazas  contemporáneas,  emergentes  y  crisis  venideras  que  así  lo  exigen.  Sólo  así,  se  podrá 
garantizar  el  valor  público  de  su  debido  sostenimiento,  lo  que  respondería  al  bienestar  y  estado  de 
seguridad que requieren los peruanos.  
 
Conclusiones 
 
La primera conclusión es que la actual situación de la educación nacional, no ha fomentado en 
la población el desarrollo de una conciencia social que se sienta identificada con su grupo cultural o su 
nación,  tampoco  con  el  territorio.  De  ahí  que  las  amenazas  emergentes,  como  la  crisis  hídrica  y  la 
contaminación ambiental entre otras, les resulten lejanas de su vida diaria. Por ello, es necesaria una 
reestructuración  educativa  que  comparta  el  interés  por  concientizar  a  las  generaciones  más  jóvenes 
respecto  a  la  realidad  nacional  y  a  las  amenazas  a  su  seguridad,  que  deben  ser  superadas 
constantemente.  
La  segunda  conclusión  es  que,  en  la  mayoría  de  los  medios  de  comunicación  social,  se 
encuentra  información  que  no cuenta  con  criterios  mínimos  de  calidad  y  parece  estar  modificada  o 
diseñada para responder a intereses particulares. Por lo que hay un menor espacio para la construcción 
de una cultura nacional, conciencia social, actualización de la realidad internacional e influencia en la 
coyuntura  nacional.  En  general  se  ha  debilitado  la  formación  de  una  sólida  conciencia  cívica.  Ello 
contribuye  al  desconocimiento  del  ciudadano  acerca  de  las  amenazas  contemporáneas  y  crisis 
 
 
16 
 



 
emergentes, existiendo una notoria ignorancia de los verdaderos intereses nacionales y, por ende, una 
invisibilización de las instituciones a cargo de protegerlos y preservarlos. 
 
La  tercera  conclusión  es  que  el  Plan  Estratégico  de  Desarrollo  Nacional  al  2050  necesita 
convertirse en una estrategia nacional, la que se deberá alinear con los acuerdos internacionales como 
los ODS, así como con las políticas nacionales. Para lograrlo se requiere de etapas o fases, que serían 
organizadas por el CEPLAN y que contaría con el apoyo de las FF. AA., ya que responde a sus roles 
estratégicos. Asimismo, su desarrollo sería multisectorial y cada ministerio tendría una responsabilidad 
determinada de acuerdo con los principios que los fundamentan. 
 
Recomendaciones 
 
La  primera  recomendación  es  fomentar  un  diálogo  entre  el  Ministerio  de  Educación  y  el 
CEPLAN  con  la  finalidad  que  se  tiendan  puentes  de  comunicación  e  información  respecto  a  las 
amenazas contemporáneas y la manera como el proceso de concientización social se puede consolidar 
en el Proyecto Educativo Nacional. Cabe indicar que para ello se requiere de capacitar al profesorado, 
quienes terminan siendo embajadores del Estado ante los ojos de las nuevas generaciones. 
La segunda recomendación es que, mediante un esfuerzo multisectorial articulado, coordinado 
e  impulsado  por  el  Ministerio  de  Educación  y  el  Ministerio  de  Transportes  y  Comunicaciones,  se 
comprometa a todos los medios de comunicación social a establecer criterios mínimos de calidad que 
mejoren  el  contenido  de  sus  programas.  Lo  que  involucraría  realizar  una  sincera  revisión  de  sus 
producciones y el análisis de sus contenidos, a cargo de un área reguladora para esos fines, atendiendo 
a los valores fundamentales que la sociedad peruana actualmente requiere para alcanzar los objetivos 
nacionales planteados al 2050.  
 
Una tercera recomendación es que se destinen los recursos presupuestarios necesarios para que, 
cuando el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 se logre consolidar en una estrategia, las 
Fuerzas  Armadas  cuenten  con  personal  capacitado,  sistemas  y  material  idóneos,  para  responder  de 
manera  oportuna  y  eficiente,  ante  cualquier  tipo  de  amenaza  que  ponga  en  riesgo  la  integridad  del 
Estado y los intereses nacionales.  
 
 
 
17 
 



 
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EL IRREAL SISTEMA DE ABASTECIMIENTO 
NACIONAL Y SU INFLUENCIA EN LA 
GESTIÓN DE LOS ACTIVOS CRÍTICOS 
NACIONALES 
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CRITICAL ASSETS 
 
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Licenciado en Educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es egresado de la V 
Maestría  en  Inteligencia  Estratégica  –  CAEN,  cuenta  con  especialización  en  Administración  y 
Gestión  Pública,  Contrataciones  con  el  Estado  (ESAN-2014).  Ha  desarrollado  su  actividad 
profesional  en  varias  instituciones  gubernamentales  y  privadas.  Actualmente  se  desempeña  como 
Especialista en Contratos G2G en el Proyecto Especial de Inversión Pública - Escuelas Bicentenario 
(MINEDU). Docente en la Escuela de Posgrado de la PNP, la Escuela de Posgrado de la Universidad 
César Vallejo y la Universidad Autónoma de Ica. 
 
Resumen  
La Ley de contrataciones y su Reglamento vigentes no funcionan o no son suficientes. Prueba de ello 
son las múltiples modificaciones o parches a la citada ley intentando «optimizar» y «dinamizar» las 
contrataciones  sin  éxito  así  como  la  cantidad  de  procesos  de  contratación  encargados  a  entidades 
internacionales o Estados. Esto muestra la carencia de un sistema de abastecimiento donde predomina 
lo  técnico  sobre  lo  normativo.    La  difusión  y  capacitación  es  deficiente.  Por  lo  tanto,  es  urgente 
implementar  un  sistema  de  abastecimiento  basado  en  procesos,  protocolos,  acciones  y  flujos 
claramente definidos y estandarizados, que permitan dinamizar la acción del abastecimiento técnico, 
 
 
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que  involucre  todos  los  eslabones  del  sistema  (planificación,  compras,  distribución,  transporte, 
almacenaje),  y  que  tenga  como  centro  la  satisfacción  del  cliente  (el  ciudadano).  Esto  permitirá 
mantener nuestros activos críticos nacionales e inclusive los recursos clave en óptimas  condiciones 
de atención y funcionalidad que permitan tener una capacidad nacional de acción y reacción frente a 
cualquier eventualidad. Los medios de comunicación deberían participar en atender este tema. 
Palabras clave: Ley, contrataciones, abastecimientos, activos críticos nacionales. 
Abstract 
The  Procurement  Law  and  its  current  regulations  do  not  work  or  are  not  sufficient,  the  multiple 
modifications  or  patches  to  the  aforementioned  law  trying  to  "optimize"  and  "invigorate" 
unsuccessful contracting or the number of contracting processes entrusted to international entities or 
States,  they  are  an  indicator  that  we  are  not  capable  of  contracting  with  our  legislation,  the 
aforementioned  shows  us  the  lack  of  a  supply  system  of  a  more  technical  than  regulatory  nature. 
Dissemination and training is deficient. Therefore, it is urgent to implement a supply system based 
on clearly defined and standardized processes, protocols, actions and flows, which make it possible 
to  stimulate  technical  supply  action,  involving  all  the  links  in  the  system  (planning,  purchasing, 
distribution, transportation, storage), and that has customer satisfaction (the citizen) as its center. This 
will make it possible to maintain our critical national assets and even key resources in optimal care 
and functionality conditions that allow us to have a national capacity for action and reaction in the 
face of any eventuality. The media should be involved in addressing this issue. 
Keywords: Law, contracting, supplies, national critical assets 
 
En 1962, a través del Decreto Ley N.o 14220 –y con la visión prospectiva y estratégica que 
solamente  un  militar  como  el  general  Ricardo  Pío  Pérez  Godoy,  presidente  de  la  República  de 
aquellos años podría tener– se creó el Sistema Nacional de Planificación, que sería la base para que 
más tarde –en 1977– se creara el Sistema de Abastecimiento Nacional a través del Decreto Legislativo 
N.o  22056.  Sin  embargo,  dicho  organismo,  adscrito  al  desaparecido  Instituto  Nacional 
de Administración Pública-INAP, nunca funcionó y no logró su finalidad de dar unidad, racionalidad 
y  eficiencia  a  los  procesos  técnicos  de  abastecimiento  de  bienes  y  servicios,  limitando  su  acción 
solamente a la dación de algunas leyes sectoriales, careciendo de un mínimo denominador común 
sobre la materia. 
 
 
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Posteriormente  aparecerían  el  Reglamento  Único  de  Licitaciones  y  Contratos  de  Obras 
Públicas, conocido como RULCOP; el Reglamento Único de Adquisiciones conocido como RUA 
para la adquisición de bienes, servicios y suministros; y el Reglamento General para la contratación 
de  Actividades  de  Consultoría, conocido como  REGAC  en  el  año  1985.  Estas  normativas  junto a 
todas  las  leyes  de  contrataciones  con  sus  “parches”  y  modificaciones  existentes  a  partir  de  ese 
momento  y  hasta  la  actualidad  solamente  contemplaban  y  consideran  un  eslabón  de  una  cadena 
técnicamente  establecida  denominada  «sistema  de  abastecimiento»  o  «cadena  de  suministro»  o 
«Supply Chain» en inglés, el cual debe tener mínimamente un componente de planificación, compras 
(las que tenemos con nuestra ley de contrataciones), distribución, transporte y almacenamiento. Esa 
falta de integración y de componentes articulados de un sistema de abastecimiento, sumado a la visión 
y enfoque meramente legal que le dieron los gobiernos de turno olvidando el carácter técnico de dicho 
sistema,  ocasionan  un  caos  del  abastecimiento  público  de  nuestro  país  que  no  tiene  fin  hasta  la 
actualidad. 
Hace  cuatro  años  se  abrió  una  luz  de  esperanza  a  través  de  la  promulgación  del  Decreto 
Legislativo  N.o 1439 del 16 de septiembre de 2018, en el cual  se establecía desarrollar el Sistema 
Nacional  de  Abastecimiento.  Sin  embargo,  la  luz  se  apagó  cuando  se  emitió  el  Reglamento  del 
Sistema de Abastecimiento a través del Decreto Supremo N.° 217-2019-EF, de fecha 15 de julio de 
2019.  Dicho  documento  «técnico»  como  se  conciben  los  reglamentos,  fue  un  triste  remedo  de 
reglamento de la Ley de siete páginas que solo contiene 29 artículos y que omitió incluir  otra gran 
cantidad de ellos contenidos en el proyecto de reglamento publicado por el Ministerio de Economía 
y  Finanzas  (MEF).  Estos  desaciertos  ocasionan  que  nuestro  país  siga  teniendo  problemas  de 
desabastecimiento  en  todos  los  sectores  y  servicios,  ocasionando  pérdidas  económicas,  falta  de 
atención a los ciudadanos, sobrecostos, corrupción, y subdesarrollo entre otros. 
El Sistema Nacional de Abastecimiento (SNA), el Sistema de Planificación (CEPLAN) y el 
Sistema de Inversión Pública (INVIERTE.PE), son engranajes administrativos plasmados en la Ley 
Orgánica del Poder Ejecutivo, y quizás constituyen lo más importante de analizar por su impacto en 
ejecución de gasto y desarrollo. El Sistema de Inversión Pública, por ejemplo, considera dentro de su 
normativa y terminología un concepto importante dentro del desarrollo nacional:  Activo Estratégico. 
Para citar un ejemplo tenemos a las ambulancias, consideradas como activos estratégicos para 
brindar el servicio de salud a la población, así como las bombas lacrimógenas son usadas por la policía 
en  el  control  de  motines  y  liberación  de  vías  ante  posibles  huelgas;  sin  estos  bienes  no  se  podría 
cumplir con las funciones de garantizar salud o seguridad a la población. Los sistemas administrativos 
 
 
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mencionados  anteriormente,  guardan  estrecha  relación  con  los  Activos  Críticos  Nacionales, 
considerados  como  recursos  e  infraestructura  esencial  e  imprescindible  para  desarrollar  las 
Capacidades  Nacionales, conceptualizándose  como  la  aptitud  o  suficiencia  de  utilizar los  recursos 
tangibles  e  intangibles,  infraestructuras  y  sistemas  para  satisfacer  necesidades  vitales  y  alcanzar 
objetivos nacionales.  
¿De qué manera puede influir positiva o negativamente un precario o inexistente sistema de 
abastecimiento  nacional  como  el  nuestro  sobre  los  Activos  Críticos  Nacionales  y  estos  sobre  las 
Capacidades  Nacionales?,  y  por  relación  causal  y  lógica  ¿sobre  la  satisfacción  de las  necesidades 
vitales de nuestra población y alcance de los objetivos nacionales? Analicemos un poco a través del 
siguiente caso real. 
La Contraloría General de la República emitió el 6 de diciembre de 2019 el Informe N.° 59-
2019-2-5991, documento de control posterior con relación al Centro Nacional de Abastecimientos de 
Recursos Estratégicos de Salud (CENARES), en el cual se encontró responsabilidades en diversos 
funcionarios por no haber distribuido oportunamente 74 000 frascos de vacunas antituberculosas y, 
con ello, favorecer la caducidad de los productos en los almacenes, lo que ocasionó la destrucción de 
vacunas con un perjuicio económico de casi 450 000.00 soles, y sin considerar el daño social por la 
falta de vacunación a la población vulnerable: los niños de la zona. Así, estos menores están propensos 
a sufrir la enfermedad, que a la larga ocasionaría que la población tenga problemas de salud y, como 
sabemos,  el  recurso  humano  es  el  bien  más  preciado  para  afrontar  cualquier  eventualidad  futura. 
Comprendemos  así  que  un  «simple»  problema  de  mala  planificación  en  la  compra;  demora  en  el 
proceso de adquisición; falta de plan de distribución; o inadecuado almacenamiento de las vacunas, 
entre otros factores, puede provocar, y provoca terribles problemas de falta de inmunización. No es 
una cuestión simple. 
Las Capacidades Nacionales deben estar garantizadas por el gobierno a través de todos los 
sistemas  y  ministerios  que  componen  el  aparato  estatal;  la  sinergia  de  estos  contribuye  al 
cumplimiento  de  las  necesidades  vitales  de  nuestra  población,  tales  como  brindar  los  servicios 
públicos  (agua,  desagüe,  educación,  salud,  comunicación,  electricidad),  velar  por el  cuidado  de la 
propiedad  privada  y  pública,  la  seguridad  e  integridad  física  de  los  habitantes  y  propiciar  las 
oportunidades económicas que permitan dinamizar la economía nacional, local y familiar, generando 
empleo y oportunidades de negocio. 
 
 
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El interés nacional como una visión prospectiva del país debe obedecer a un proceso estratégico 
de planificación con objetivos nacionales y sectoriales claros, que permitan un adecuado desarrollo 
económico y social del país. Para ello, es necesario tener sistemas funcionando adecuadamente y que 
articulen tanto fuera como dentro de las instituciones gubernamentales, lo cual permitiría procesos 
rápidos y seguros. Por ejemplo, es increíble que a estas alturas los procesos de selección para elegir 
una empresa que ejecute una obra pública exijan que presente aún un expediente (documentos físicos 
o  digitales)  para  acreditar  su  experiencia,  personal  profesional  propuesto  y  capacidad  legal  (ficha 
RUC (Registro Único de Contribuyentes), DNI (Documento Nacional de Identidad), copia literal de 
constitución de empresa). Estas acciones se pueden simplificar con las siguientes simples actividades: 
a)  Las empresas al momento de gestionar su RNP (Registro Nacional de Proveedores) deberían 
sustentar en su trámite toda su experiencia y acreditar una capacidad de contratación basada 
en dicha experiencia, la cual debería actualizarse anualmente. De esta forma se eliminaría la 
evaluación en el proceso de selección y con ello se avanzaría en la rapidez del proceso y contra 
la corrupción. 
b)  El personal propuesto acreditaría su formación profesional y experiencia con información que 
ya está registrada en la base de datos de la Superintendencia Nacional de Educación Superior 
Universitaria (SUNEDU), Direcciones Regionales de Educación (DRE), Unidades de Gestión 
Educativa Local (UGEL) o colegios profesionales. La experiencia profesional pública podría 
estar  en  una  base  de  datos  de  la  Autoridad  Nacional  del  Servicio  Civil  (SERVIR),  como 
órgano rector de recursos humanos, y si la experiencia corresponde al sector privado, en una 
base de datos del Ministerio de Trabajo. El país está llamado a crear un Sistema de Escalafón 
Nacional, donde se registre  la información laboral de los ciudadanos. 
c)  Tanto la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (SUNARP), como el Registro 
Nacional  de  Identificación  y  Estado  Civil  (RENIEC),  y  la  Superintendencia  Nacional  de 
Aduanas  y  la  Administración  Tributaria  (SUNAT)  deben  estar  integrados  al  Sistema 
Electrónico  de  Contrataciones  del  Estado  (SEACE)  de  tal  forma  que  con  únicamente  el 
número  de  RUC  de  la  empresa  o  el  DNI  del  representante  legal  o  proveedor,  se  pueda 
garantizar su existencia o poderes para participar en un proceso de selección. 
Con dichas acciones, procesos o protocolos debidamente mapeados formando parte del Sistema 
Nacional  de  Abastecimiento  se  podría  dinamizar  la  atención  de  los  requerimientos;  la  empresa 
solamente presentaría su oferta económica a través del SEACE y tendríamos un proceso de selección 
en plazo de dos o hasta tres días como máximo. No es posible que los ciudadanos debamos esperar 
 
 
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muchos años para que se construya un colegio, un hospital, o una carretera solo porque una licitación 
pública se evaluó incorrectamente y el resultado fue apelado. También debería considerarse el uso de 
contratos específicos  por  tipo  de  proyecto  como  los  NEC  (New  Engineering  Contract), los  cuales 
poseen opciones de acuerdo a las características particulares o preferencias del cliente, considerando 
siempre  las  Juntas  de  Disputas  como  cláusula  obligatoria.  Este  procedimiento  evitaría  someter  a 
arbitraje discrepancias que pudieron anticiparse en el expediente técnico, pues a la larga incrementa 
más  el  costo  para  el  Estado.  Prueba  de  ello  y  como  ejemplo  de  estudio,  es  el  presupuesto  del 
Ministerio  de  Transportes  y  Comunicaciones  destinado  al  concepto  de  gastos  arbitrales  (pagos  a 
árbitros y centros arbitrales). 
¿Pero  qué  tipo  de  normativa  debe  guiar  a  un  organismo  tan  importante  como  el  Sistema  de 
Abastecimiento Nacional?, en principio debe tener una mirada más técnica que legal. En los años de 
existencia  de  las  «leyes»  y  «reformas»  de  contrataciones  siempre  existió  una  mirada  excesiva  del 
aspecto legal, en concordancia con los múltiples problemas de corrupción a los cuales se quería poner 
candados. No obstante ello, a la larga perjudicaban y hacían más lentos y «burocráticos» los procesos. 
Por ello, y teniendo como experiencia que  la ley de contrataciones no funciona o no es suficiente, 
existen  múltiples  modificaciones  o  parches  a  las  leyes  intentando  «optimizar»  y  «dinamizar»  las 
contrataciones  sin  éxito  o  la  cantidad  de  procesos  de  contratación  encargados  a  entidades 
internacionales o Estados (países) indicando implícitamente que no somos capaces de contratar con 
nuestra legislación.  
Es  entonces  urgente  una  propuesta  técnica  (norma  técnica)  de  un  sistema  de  abastecimiento 
basado en procesos, protocolos, acciones y flujos claramente definidos y estandarizados, que permitan 
dinamizar  la  acción  del  abastecimiento  técnico,  que  involucre  todos  los  eslabones  del  sistema 
(planificación, compras, distribución, transporte, almacenaje), y que tenga como centro la satisfacción 
del  cliente  (el  ciudadano).  Este  cambio  permitirá  mantener  nuestros  activos  críticos  nacionales  e 
inclusive los recursos clave en óptimas condiciones de atención y funcionalidad que permitan tener 
una capacidad nacional de acción y reacción frente a cualquier eventualidad. 
Si lo señalado previamente no se instituye, imaginemos el peor escenario de guerra o pandemia en 
nuestro  país,  con  una  ley  de  contrataciones  lenta  y  burocrática  en  el  que  un  informe  legal  debe 
contener un mínimo de diez vistos buenos para ser aprobado, y una contratación directa que se supone 
es  un  mecanismo  para  la  inmediata  atención  de  un  requerimiento  demore  más  que  un  proceso  de 
selección  corto  (adjudicación  simplificada).  ¿Cómo  podríamos  comprar  insumos  para  la  tropa, 
medicinas para la población de la primera línea de atención?,  perderíamos la guerra o quizás ya la 
 
 
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perdimos frente a la pandemia. Es urgente que el Ministerio de Economía y Finanzas y su Dirección 
General  de  Abastecimiento  (ente  rector  de  este  sistema)  entienda  la  urgencia  de  un  sistema  de 
abastecimiento  prospectivo,  estratégico,  concebido  por  expertos  en  estrategia  (militares),  sistemas 
organizacionales  (analistas)  y  expertos  en  procesos  y  sistemas  de  gestión  (ingenieros),  dejando 
proscrito la perspectiva de «culto a la norma» por sobre la vida o el fin público. Es necesario también 
que el Ministerio de Defensa se involucre y denote que sin un sistema de abastecimiento real estamos 
condenados a fracasar y poner en riesgo la seguridad y defensa del país. 
Modelo que debería considerar el Sistema Nacional de Abastecimiento  
Figura 1 
Planificación y programación estratégicas 
 
Figura 2 
Gestión de compras 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Conclusiones 
Es de suma urgencia disponer de una propuesta técnica (norma técnica) que permita que el 
sistema de abastecimiento se encuentre basado en procesos, protocolos, acciones y flujos claramente 
definidos  y  estandarizados,  que  permitan  dinamizar  la  acción  del  abastecimiento  técnico,  que 
involucre todos los eslabones del mismo sistema. 
La  gestión  que  se  realiza  en  el  Registro  Nacional  de  Proveedores  debería  incluir  la 
sustentación  de  la  experiencia  para  acreditar  la  capacidad  de  contratación  la  misma  que  debería 
actualizarse anualmente. 
La  Dirección  General  de  Abastecimiento  (ente  rector  del  Sistema  de  Abastecimiento)  del 
Ministerio de Economía y Finanzas debe impulsar un cambio en el sistema con la participación de 
expertos  en  estrategia  (militares),  sistemas  organizacionales  (analistas)  y  expertos  en  procesos  y 
sistemas de gestión (ingenieros), dejando proscrito la perspectiva de «culto a la norma» por sobre la 
vida o el fin público. 
 
Referencias 
Decreto Legislativo N° 1439. Decreto Legislativo del Sistema Nacional de Abastecimiento. 16 de 
septiembre de 2018 
Decreto Ley N° 14220. Creación del Sistema Nacional de Planificación del Desarrollo Económico 
y Social del País. 19 de octubre de 1962 
Decreto Ley N° 22056. Crea el Sistema Nacional de Abastecimiento.  29 de diciembre de 1977. 
Dirección Nacional de Inteligencia. Activos Críticos Nacionales. (2022). 
https://www.gob.pe/10400-activos-criticos-nacionales-acn  
Ortegón, E. (2010). Planificación estratégica y programación de inversiones en la gestión por 
resultados. 
https://www.mef.gob.pe/contenidos/inv_publica/docs/capacidades/EDGARORTEGONPLA
NIFICACIoNESTRATeGICALIMA02_07_10.pdf  
 
 
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LA GOBERNANZA Y DESARROLLO HUMANO 
EN LA POLÍTICA DE SEGURIDAD Y 
DEFENSA NACIONAL 
 
GOVERNANCE AND HUMAN DEVELOPMENT IN 
NATIONAL SECURITY AND DEFENSE POLICY 
 
Helga Cecilia Frech H.  
cecilia.frech@gmail.com    
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1472-9631  
 
MSc.  Ecoturismo  y  MSc.    Innovación  Agraria  para  el  Desarrollo  Rural,  en  ambos  casos  por  la 
Universidad Nacional Agraria La Molina. Licenciada en Turismo por la Universidad Ricardo Palma. 
Con  estudios  concluidos  en  el  VI  Doctorado  de  Desarrollo  y  Seguridad  Estratégica  –  CAEN, 
Diplomada  del  Programa  de  Alta  Especialización  en  Gestión  del  Desarrollo  Sostenible  (ESAN), 
Diplomada  del  Programa  de  Gobernabilidad  y  Gerencia  Política  (PUCP),  así  como  en  proyectos, 
planificación,  prospectiva  y  género  por  el  BID,  el  Instituto  Interamericano  de  Cooperación  para  la 
Agricultura  (IICA)  la  CAF,  entre  otros.  Actualmente  se  desempeña  como  Consultora  en  desarrollo 
sostenible, gerencia, seguimiento y evaluación de proyectos productivos en entornos rurales. 
 
Resumen 
 
La  buena  gobernanza  en  el  sector  defensa  exige  tener  en  cuenta  las  diferentes  necesidades, 
oportunidades  y  recursos  de  los  ciudadanos,  y  que  los  servicios  de  seguridad  sean  eficaces  y 
responsables, permitiendo alcanzar una mejor inclusión social, facilitando el acceso a oportunidades 
de desarrollo de los más vulnerables, y para lo cual se requiere trabajar conjuntamente con los otros 
sectores del Estado, sin descuidar la estrategia comunicacional. Los medios de comunicación cumplen 
un rol esencial en la socialización de los derechos y en particular de los deberes de todos los ciudadanos 
en la construcción de la seguridad nacional. El trabajo conjunto entre la sociedad y el Estado favorecerá 
la participación de los diversos sectores involucrados en los objetivos prioritarios de la política nacional 
de seguridad y defensa (PNMSDN - 2030), quienes cumplen un rol esencial en la implementación de 
acciones estratégicas orientadas a mejorar las condiciones de desarrollo humano en la población.  
 
 
 
29 
 



 
Palabras  clave:  gobernanza,  desarrollo  humano,  medios  de  comunicación,  política  de 
seguridad y defensa nacional. 
 
Abstract 
Good governance in the defense sector requires taking into account the different needs, opportunities 
and  resources  of  citizens,  and that  security  services  are  effective  and  responsible, allowing  a  better 
social  inclusion  to  be  achieved,  facilitating  access  to  development  opportunities  for  the  most 
vulnerable, and for which it is necessary to work together with the other sectors of the State, without 
neglecting  the  communication  strategy.  The  media  play  an  essential  role  in  the  socialization  of  the 
rights and, in particular, the duties of all citizens in the construction of national security. The joint work 
between society and the State will favor the participation of the various sectors involved in the priority 
objectives of the national security and defense policy (PNMSDN -2030), who play an essential role in 
the implementation of strategic actions aimed at improving the conditions of human development in 
the population. 
 
Keywords: governance, human development, media, security policy and national defense. 
 
Introducción 
 
En los últimos diez años, se han dado diversos cambios que han influenciado la formulación, 
seguimiento  y  evaluación  de  las  políticas  públicas,  la  planificación estratégica  como  medio  para  su 
implementación (CEPLAN, 2018) así como el nuevo concepto de defensa, que ha pasado de un enfoque 
netamente  centrado  en  el  territorio  a  otro  que  incorpora  a  la  persona  sobre  la  base  de  acciones  de 
desarrollo tanto a nivel global como local y sobre todo específico en un contexto determinado. 
En este sentido,  el concepto de seguridad  humana pone énfasis en la protección de todas las 
personas de manera que cada individuo, desde su perspectiva y voluntad e independientemente de su 
condición, tenga acceso a condiciones fundamentales y oportunidades que le permitan desarrollarse. 
Desde  un  enfoque  multisectorial  de  la  seguridad  en  general  y  desde  la  seguridad  humana 
específicamente, ésta incluye tanto la seguridad económica, alimentaria, sanitaria como la seguridad 
ambiental. 
Pero  este  nuevo  enfoque  multidimensional  de  la  seguridad  y  defensa  nacional  encuentra 
limitaciones para su adopción por parte otros sectores y los distintos niveles de gobierno y la sociedad 
civil en general, en el sentido que los problemas vinculados con el desarrollo humano no son entendidos 
como factores que pueden incidir negativamente en la seguridad nacional. 
 
 
30 
 



 
Sin embargo, el desarrollo humano y la seguridad se encuentran estrechamente relacionados y 
se  fundamentan  sobre  las  bases  de  un  contexto  de  paz  (ODS  16)  (Naciones  Unidas,  2018).  Las 
amenazas contra la seguridad en la mayoría de los casos encuentran su origen en las desigualdades 
sociales y económicas y en las que se observa que  las instituciones del  Estado no logran llegar a la 
ciudadanía con servicios eficaces y responsables, siendo esta la condición fundamental para lograr el 
desarrollo  sostenible.  Este  lazo  entre  seguridad,  paz  y  desarrollo  se  explica  con  el  concepto  de 
seguridad humana, razón por la cual es necesario, en la implantación de las políticas públicas, tener en 
cuenta esta estrecha relación entre la acción humanitaria, el desarrollo y la consolidación de la paz, lo 
que en la actualidad se conoce como el “triple nexo” o el enfoque H-D-P (Humanitario – Desarrollo – 
Paz) (Nguya & Siddiqui, 2020). 
Bajo este nuevo enfoque, el sector de la Seguridad ha transitado progresivamente de una noción 
centrada en el Estado a una aproximación que privilegia la seguridad humana.  De esta manera, cuando 
se  habla  del  sector  seguridad,  deberíamos  pensar  en  todas  las  estructuras,  instituciones  y  personas 
encargadas  de  prestar  los  servicios  de  seguridad,  así  como  aquellas  encargadas  de  la  gestión  y  del 
control de la misma, entre los que se encuentran las fuerzas del orden que emplean la fuerza cuando es 
necesario, como aquellos encargados de vigilar y controlar que estos servicios se brinden dentro de la 
norma establecida, siendo los medios de comunicación parte de los actores importantes en este aspecto 
y que están llamados a informar con objetividad a toda la nación.  
Asimismo, las instituciones encargadas de promover el desarrollo humano en el país, desde una 
definición amplia y holística de la seguridad, deberían incluir a todos aquellos actores tanto estatales 
como  no  gubernamentales,  y  la  sociedad  civil en  su  conjunto,    ya  que  ellos  también  inciden  en las 
políticas y en las prácticas de seguridad, a través de procesos formales e informales, que tienen como 
objetivo alcanzar una buena gobernanza, es decir respetar la norma, actuar con transparencia, rendir 
cuentas, ser eficaces y eficientes, propiciar la participación,  buscar consensos, entre otros.  (DCAF - 
2015); (Cujabante y Betancur, 2021). 
Uno de los objetivos de la buena gobernanza en el sector defensa implica contribuir a mejorar 
la  seguridad  humana  de  todos  los  individuos,  teniendo  en  cuenta  las  diferentes  necesidades, 
oportunidades  y  recursos  con  los  que  los  individuos  cuentan,  ya  que  las  comunidades  más 
desfavorecidas y marginalizadas son las más vulnerables a situaciones de violencia. Por esta razón, es 
necesario que los servicios de seguridad sean eficaces y responsables, permitiendo alcanzar una mejor 
inclusión social, facilitando el acceso a oportunidades de desarrollo de los más vulnerables, y para ello 
se debe trabajar conjuntamente con los otros sectores del Estado.  
 
 
31 
 



 
Asimismo, como parte de una estrategia comunicacional para la gobernanza del sector defensa, 
los medios de comunicación cumplen un rol esencial en la socialización de los derechos y en particular 
de los deberes de todos los ciudadanos en la construcción de la seguridad y la defensa nacional, sobre 
las bases de una cultura de paz, de unidad, de responsabilidad con la población, el país y las estructuras 
que lo gobiernan. 
Otro aspecto esencial es contar con una mirada hacia y desde el territorio, en la búsqueda de 
una  apropiación  local,  es  decir  que  en  la  reforma  de  las  políticas,  instituciones  y  actividades  de 
seguridad se tenga en cuenta el marco nacional regulatorio, que rige para todos los peruanos, así como 
el contexto local que envuelve a los actores directamente involucrados, como es el entorno geográfico, 
la cultura local y las usanzas (dentro de la norma), entre otros.   
Las  instituciones  cumplen  su  misión  y  alcanzan  los  objetivos  deseados  desde  su  rol  y  sus 
responsabilidades  específicas  cuando  existen  una  mirada  y    accionar  de  los  objetivos  comunes.  La 
transparencia  y  la  capacidad  de  los  ciudadanos  de  ser  vigilantes  de  los  servicios  de  seguridad  son 
acciones  que  ayudan  a  construir  legitimidad,  la  cual  es  necesaria  para  construir  confianza  con  las 
instituciones del Estado, sobre todo con aquellas encargadas de proveer seguridad, en el término más 
estricto, referido a las fuerzas del orden, entendiendo que el deber de éstas es asegurar y proteger a la 
población, “… garantizar la independencia, la soberanía y la integridad de la nación…” en el marco 
de la Constitución del Perú (art. 137); carta magna que todos debemos respetar. (Constitución Política 
Del Perú, 1993). 
 
Las Políticas de Seguridad y Defensa Nacional 
 
Una  política  de  seguridad  nacional  es  una  descripción  oficial  de  la  manera  como un  Estado 
quiere  enfrentar  los  problemas  de  seguridad  en  el  país  y  contener  las  amenazas  y  riesgos  que  se 
presenten,  así  como  promover  los  valores  y  principios  que  deben  guiar  al  Estado  para  mantener  la 
seguridad dentro de la que se incluye la Seguridad Humana (MINDEF, 2022); (DCAF, 2015). 
Estas,  las  políticas  de  seguridad  y  defensa  nacional,  se  formulan  en función  de los  intereses 
nacionales  con  el  objetivo  de  resolver  un  problema  público  de  alcance  nacional  y  para  ello  se 
identifican  los valores y las estructuras de gobernanza y procesos de toma de decisiones que permiten 
la construcción, en el largo plazo, de una visión consensuada, en la que se expresa no solamente la 
perspectiva desde la posición del Estado  y el gobierno, sino que debiera también incluir la perspectiva 
de los diversos actores privados así como de la  población en su conjunto.(DCAF y Seguridad, 2015); 
(CEPLAN, 2018). 
 
 
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Vista la diversidad del origen de las amenazas a la seguridad de una nación desde el enfoque 
multidimensional de la seguridad (Font y Ortega, 2012), uno de los mayores retos de las políticas de 
seguridad  nacional  es  encontrar  un  equilibrio  entre  las  amenazas  convencionales  y  las  no 
convencionales que afectan de manera diferente a los diversos grupos que conforman el país. (DCAF, 
2015).  Por  ejemplo,  el  terrorismo,  el  narcotráfico,  los  conflictos  socioambientales,  el  crimen 
organizado, los problemas económicos entre otros, afectan de manera distinta a la población, según el 
territorio y la ubicación geográfica, por  decir, en la costa con respecto a las zonas de selva o en las 
zonas urbanas con respecto a las zonas rurales.  
Asimismo, es también un reto  evaluar el costo - beneficio de dicha política, el contenido que 
debe  permanecer  secreto,  por  su  naturaleza  misma,  y  lo  que  debe  ser  socializado  a  través  de  una 
estrategia de comunicación que llegue a los diferentes grupos que conforman la nación.  Finalmente, 
una política pública de seguridad debe ser realista ya que de ello depende que su implantación, a través 
de la planificación y de una estrategia de seguridad, pueda llevarse a cabo para alcanzar los objetivos 
trazados en beneficios del desarrollo de la nación.  
Las políticas públicas en general y las políticas de seguridad y defensa en particular, como se 
mencionó líneas arriba, se elaboran para resolver un problema público. Por esta razón, están sujetas a 
una  constante  evaluación  sobre  su  pertinencia,  coherencia,  eficacia  y  eficiencia,  impacto  y 
sostenibilidad  para  resolver  el  problema  público  identificado  (Elizalde  Hevia,  2003);  (DCAF  y 
Seguridad, 2015); (CEPLAN, 2018), en el ámbito situacional, así como en el espacio territorial.  
 
 
 
La Política Nacional de Seguridad y Defensa en Perú 
 
La  Política  Nacional  Multisectorial  de  Seguridad  y  Defensa  Nacional  al  2030  (PNMSDN  – 
2030) se elabora en respuesta al problema público identificado, referido éste a la alta vulnerabilidad de 
las personas y del Estado frente a las amenazas y preocupaciones a la Seguridad Nacional, generada 
por  una  cierta  fragilidad  institucional  que  limita  la  efectividad  de  las  acciones  para  proteger  los 
intereses  nacionales.  Asimismo,  es  de  importancia  resaltar  la  existencia  de  una  débil  cultura  de 
seguridad nacional entre la población, así como un limitado desarrollo de los factores contribuyentes a 
la Seguridad Nacional que están asociados con la seguridad humana, entre los que podemos mencionar, 
brechas socioeconómicas importantes, limitado acceso a la educación, a servicios de salud, inseguridad 
alimentaria y deterioro ambiental entre otros (MINDEF, 2022). 
 
 
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Siendo  una  política  multisectorial,    su  implantación  requiere  de  la  participación  de  otros 
sectores, quienes son los responsables de alcanzar los indicadores planteados. Tres son los Objetivos 
Prioritarios en la PNMSDN - 2030: OP1, garantizar la defensa de los intereses nacionales, siendo los 
responsables los sectores Defensa y Relaciones Exteriores;  OP2, garantizar el normal funcionamiento 
de la institucionalidad política – jurídica - social en el país, con la responsabilidad de los Ministerios 
de Justicia y Derechos Humanos y del Interior, y finalmente;  OP3, alcanzar las condiciones necesarias 
contribuyentes  a  la  seguridad  nacional,  referida  con  relación  al  desarrollo  humano,  cuya 
responsabilidad  recae  en  los  Ministerios  de  Desarrollo  e  Inclusión  Social  (MIDIS),    de  la  Mujer  y 
Poblaciones Vulnerables (MIMP), de Energía y Minas (MINEM), del Ambiente (MINAM) así como 
con la participación de los sectores Transportes y Comunicaciones (MTC),  Desarrollo Agrario y Riego 
(MIDAGRI), y finalmente el CONCYTEC (PCM). (MINDEF, 2022). 
 
Figura N° 1 
Política Nacional Multisectorial de Seguridad y Defensa Nacional al 2030. 
Lineamientos y Servicios relacionados con la Seguridad Humana. 

 
N° 
Lineamiento 
Servicio 
Responsable 
MINEDU en 
Servicio  de  una  educación  con 
OP1 
Mejorar la participación de los  poderes 
coordinación con 
aprendizajes orientados a una cultura 
L.1.1 
del  Estado  y  la  sociedad  en  la  paz  y 
CULTURA y 
de  paz,  seguridad  e  identidad 
S.1.1.1 
seguridad internacional. 
MINDEF 
nacionales. 
(UGESIDENA) 
Fortalecer 
las 
capacidades 

Fortalecimiento para intensificar la 
OP3 
mecanismos  destinados  a  la  promoción 
Estrategia de Acción Social con 
L.3.1 
de  la  igualdad  de  oportunidades  en  las 
MIDIS 
Sostenibilidad EASS que 
S.3.1.1 
áreas  críticas,  zonas  vulnerables  y  de 
coadyuven a la seguridad. 
difícil acceso del país. 
Fortalecimiento para intensificar los 
MTC – MIDAGRI – 
programas de infraestructura pública 
OP3 
Intensificar 
la 
construcción 
de 
MINEM  
para  que  sea  efectiva  frente  a  las 
L.3.2 
infraestructura pública crítica vinculada 
En coordinación con 
amenazas  y  preocupaciones  que 
S.3.2.1 
a la Seguridad Nacional. 
MINDEF 
podrían 
afectar 
la 
Seguridad 
(UGESIDENA) 
Nacional. 
Mejorar los instrumentos y mecanismos 
Servicio  de  asistencia  técnica  en 
OP3 
de  preservación  y  protección  del 
instrumentos técnicos y mecanismos 
L.3.3 
ambiente, específicamente la Amazonía, 
de  gestión  en  preservación  y 
MINAM 
S.3.3.1 
con énfasis en la adaptación del Perú al 
protección  del  ambiente  y  su 
Cambio Climático. 
adaptación al cambio climático. 
Promover 
el 
desarrollo 
de 
las 
PCM – CONCYTEC 
OP3 
Programa Nacional de investigación 
actividades  de  la  ciencia,  tecnología  e 
En coordinación con 
L.3.4 
y desarrollo en áreas de la seguridad 
innovación tecnológica en función de las 
MINDEF 
S.3.4.1 
y defensa nacional. 
necesidades de la seguridad y defensa.  
(UGESIDENA) 
 
Fuente: (MINDEF, 2022) 

 
 
 
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En la Figura N° 1 se  observan los sectores involucrados en la implantación de los lineamientos 
de  la  política  de  seguridad  que  están  relacionados  con  el  desarrollo  humano.  Estos  sectores  son 
responsables del comportamiento de los indicadores de resultados de los servicios y de los objetivos 
prioritarios de la PNMSDN - 2030. Si bien en algunos casos se menciona que se debe coordinar con el 
sector  Defensa,  a  través  de  la  Unidad  Funcional  de  Gestión  del  Sistema  de  Defensa  Nacional 
(UGESIDENA),  en  realidad  la  responsabilidad  recae  sobre  los  sectores  involucrados  sin  que  haya 
claridad sobre cuál sería el nivel de participación del sector Defensa en la toma de decisiones en estos 
puntos. 
Sin embargo, como parte de una buena gobernanza, es importante que el sector Defensa lidere 
la  implantación  de  dicha  política  aún  en  los  Objetivos  Prioritarios  relacionados  con  el  desarrollo 
humano, proporcionando a los diferentes sectores, los objetivos y metas que se deben alcanzar desde 
la  perspectiva  del  sector  Defensa,  de  manera  que  los  actores  multisectoriales  involucrados  puedan 
priorizar las intervenciones donde sea estratégico y urgente hacerlo.  
Por  ende,  los  procesos  de  evaluación  y  seguimiento  de  la  implantación  multisectorial  la 
PNMSDN – 2030 en dichos objetivos prioritarios, permitiría determinar si desde los objetivos de la 
seguridad y defensa nacional, la estrategia de intervención ha sido la adecuada y se ha logrado el fin 
buscado, tomando en consideración los aspectos culturales, territoriales, socioeconómicos entre otros. 
Por ejemplo, no sería lo mismo una estrategia educacional de valores cívicos y cultura de paz, seguridad 
e identidad nacional en una ciudad de la costa con respecto a una pequeña ciudad rural en el VRAEM, 
si bien todos los peruanos, independientemente de su origen y/o cultura, forman parte de la nación.   
Asimismo, uno de los indicadores para medir el avance del OP3, de responsabilidad del MIDIS, 
es el índice de Desarrollo Humano (IDH). Un importante indicador del progreso de un país, el cual 
toma  en  consideración  tres  aspectos  esenciales  para  evaluar  el  desarrollo:  la  esperanza  de  vida,  la 
alfabetización y el ingreso familiar per cápita. Sin embargo, habría que analizar este indicador desde 
la perspectiva de seguridad y defensa, tomando en cuenta las diferencias socioeconómicas del conjunto 
de grupos que conforman la población del Perú, desde una visión del territorio, desde su vulnerabilidad 
ante las amenazas de naturaleza diversa y de alcance multidimensional, así como desde su implicación 
en la seguridad y desarrollo de la nación. (PNUD, 2018). 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 



 
Con  el  objetivo  de  entender  el  comportamiento  de  los  diversos  factores  que  inciden  en  el 
desarrollo y que pueden afectar la seguridad del país, se realizó un ejercicio tomando como referencia 
las  zonas  donde  existen  cultivos  de  hoja  de  coca,  según  información  del  IV  CENAGRO  (Censo 
Nacional Agropecuario), y se hizo la división a nivel nacional, por distritos, entre las zonas con cultivo 
de hoja de coca de aquellas sin cultivo de hoja de coca.   En la Figura N° 2 se puede apreciar que el 
índice  de  desarrollo  humano  es  menor  en  las  zonas  en  las  que  existe  cultivo  de  hoja  de  coca,  con 
respecto a las zonas donde no se cultiva la hoja de coca. Sin embargo este aspecto no se refleja en los 
resultados nacionales. Lo mismo sucede, como se puede observar en la Figura N° 2, bajo los mismos 
criterios,  que tanto  el  índice  de  vulnerabilidad  a  la  seguridad  alimentaria  como el índice  de  peligro 
climático, arrojan información importante si se analizan con relación a características específicas, como 
en este caso, ser o no un distrito en el que se cultive hoja de coca.  
 
Figura N° 2 
Indicadores resumen de las áreas con y sin cultivos de hoja de coca, de acuerdo con 
el Censo Nacional Agropecuario 2012 (CENAGRO). 
Sin cultivos de hoja 
Con cultivos de 
Total nacional 
Indicadores 
de coca 
hoja de coca 
Mediana 
Media 
Mediana 
Media 
Mediana 
Media 
Pobreza 2018 (%) 
16.25 
18.84 
28.41 
29.89 
17.17 
20.65 
IDH 2018 
0.635 
0.604 
0.461 
0.457 
0.611 
0.580 
Vulnerabilidad a la Inseguridad 
0.139 
0.218 
0.341 
0.404 
0.180 
0.249 
Alimentaria, 2018 
Índice de peligro climático, 
0.535 
0.499 
0.775 
0.745 
0.584 
0.540 
2003-2018 
No. Distritos 
1566 
309 
1875 
Nota1: La mediana y media, son promedios ponderados por la población del 2020 del Mapa de Pobreza del INEI. 
Nota2: Los índices de vulnerabilidad y peligro climático, varían entre 0 y 1.  
Mayor es la vulnerabilidad a medida que se acerca a 1. 
Fuentes: Mapa de Pobreza, 2018 (INEI); Mapa de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria, 2018 (PMA); Informe sobre el 
Índice de Desarrollo Humano de Perú, 2018 (PNUD); Censo Nacional Agropecuario, 2012 (INEI). 
 (INEI, 2018); (INEI, 2020); (Mora et al., 2014); (el & 2013, 2014); (INEI, 2012); (PNUD, 2018); (PNUD, 2019). 
Elaboración propia. 
 
 
 
 
 
 
 
36 
 



 
Conclusiones 
 
La seguridad humana adquiere una gran importancia en lo referente a la seguridad y defensa de 
una  nación.  Mejorar  las  condiciones  de  desarrollo  en  un  territorio  tiene  un  impacto  positivo  en  las 
condiciones de seguridad humana y por consiguiente reducen la vulnerabilidad de la población frente 
a las amenazas de carácter multidimensional.  
 
Ello  implica  un  trabajo  conjunto  con  los  diversos  sectores  involucrados  en  los  objetivos 
prioritarios de la política nacional de seguridad y defensa (PNMSDN - 2030), quienes cumplen un rol 
esencial en la implantación de estrategias orientadas a mejorar las condiciones de desarrollo humano 
en la población.  
Asimismo, los medios de comunicación, como parte de los actores llamados a vigilar y controlar 
la  buena  gobernanza  de  los  servicios  del  sector  seguridad  y  defensa,  tienen  una  importante 
responsabilidad en difundir información objetiva y veraz, para el desarrollo sostenible del país. 
Sin embargo, el desafío de construir una buena gobernanza para la seguridad y defensa requiere 
de  la  participación    directa  del  sector  defensa  en  el  liderazgo  de  la  implantación  de  la  política  de 
seguridad y defensa, con el objetivo de priorizar y focalizar estrategias y acciones desde las necesidades 
del sector defensa.  
Para ello, es necesario contar con un análisis de los indicadores de los objetivos prioritarios, así 
como de los servicios que provee la política de seguridad, focalizados en función del ámbito, coyuntura, 
espacio geográfico, entre otros aspectos que el sector defensa considere relevantes de manera que  se 
cumpla  con  los  objetivos  planteados  en  la  PNMSDN  –  2030,  y  que  estos  se  conviertan  en  un 
instrumento eficaz y responsable para el sector.  
 
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de 
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38 
 



 
PRENSA LIBRE E INFORMADA PARA LA 
SEGURIDAD NACIONAL 
FREE AND INFORMED PRESS FOR NATIONAL 
SECURITY 
 
Fernando Elías Zegarra López 
jefe.doctrina@caen.edu.pe 
Centro de Altos Estudios Nacionales 
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2939-443X  
 
Coronel del Ejército del Perú.  Master of Science in National Security Strategy  - National Defense 
University  -  Washington  DC.  Licenciado  en  Ciencias  Militares  con  mención  en  Administración. 
Diplomado en Democracia y DDHH por la PUCP; en Administración y Gestión Pública por el CAEN; 
en gestión del Potencial Humano, Fortalecimiento en Gestión Pública por la U-ESAN. Con estudios 
de  RRPP  en  la  USMP;  Respuestas  Civiles  y  Militares  al  Terrorismo  en  el  CCMR-NPS  USA;  en 
Metodologías  de  Políticas  Públicas  aplicadas  por  CeTRIS-  Brasil;  en  diseño  de  indicadores  de 
desempeño  por  la  Escuela  de  Gobierno  y  Políticas  Públicas  de  la  PUCP.  Ha  sido  Director  de 
Estrategia y Director General (e) de Política y Estrategia de la SEDENA, Jefe de la OSDENA del 
MTPE,  articulador  Inter  agencial;  docente  en  la  EMCH,  ECFFAA,  ENI.  Expositor,  panelista  y 
moderador de eventos de seguridad nacional en el Perú y el extranjero. Actualmente es Editor de la 
revista “Cuadernos de Trabajo” y de la “Revista de Ciencia e Investigación en Defensa”, y docente 
del Centro de Altos Estudios Nacionales- Escuela de Posgrado. 
 
Resumen 
La  obligación  constitucional  de  participar  en  la  Defensa  Nacional,  se  ve  afectada  por  la  poca 
efectividad  en  la  generación  de  una  cultura  de  Seguridad  Nacional,  en  la  que  los  medios  de 
comunicación  social  tienen  una  responsabilidad  que  requiere  ser  impulsada.  Para  tal  efecto,  los 
periodistas,  los  comunicadores  en  general,  que  pertenezcan  a  alguna  organización  periodística 
demandan contar con  una mejor formación sobre estos temas, que no solo tienen  correspondencia 
para las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional. Esta necesidad implica que se realice una efectiva 
interacción entre los medios de comunicación y los componentes del Sistema de Defensa Nacional, 
particularmente  con  la  activa  intervención  de  la  entidad  encargada  de  gestionar  y  articular  este 
importante  sistema  funcional,  cuya  dirección  recae  en  el  primer  servidor  público  del  país:  El 
 
 
39 
 



 
Presidente  de  la  República,  como  así  lo  dispone  nuestra  Constitución  Política.  No  hacerlo  puede 
seguir generando distorsión en la opinión pública, con el efecto negativo de crear condiciones para la 
aparición de escenarios de riesgo en desmedro de la seguridad de todos. 
 
Palabras  claves:  Medios  de  comunicación,  Seguridad  Nacional,  Sistema  de  Defensa 
Nacional, opinión pública, cultura de seguridad nacional. 
 
Abstract 
The constitutional obligation to participate in National Defense is affected by the lack of effectiveness 
in generating a culture of National Security, in which the media have a responsibility that needs to be 
promoted.  For  this  purpose,  journalists,  communicators  in  general,  who  belong  to  a  journalistic 
organization need to have better training on these issues, which not only have correspondence for the 
Armed Forces or the National Police. This need implies an effective interaction between the media 
and the components of the National Defense System, particularly with the active intervention of the 
entity in charge of managing and articulating this important functional system, whose direction falls 
on the first public servant of the country: The President of the Republic, as provided in our Political 
Constitution.  Failure  to  do  so  may  continue  to  distort  public  opinion,  with  the  negative  effect  of 
creating conditions for the appearance of risk scenarios to the detriment of everyone's security. 
Keywords: Mass media, National Security, National Defense System, public opinion, culture 
of national security. 
 
Introducción 
“Querido doctor, yo no vendo mi pluma. Valoramos la información y si esta es importante, la 
destacamos” 
      
 
Luis Adán Zegarra Calderón 
 
Lo  más  importante  en  el  ejercicio  del  periodismo,  reside  en  mantener  la  independencia  de 
cualquier tipo de presión, porque el valor de “la noble profesión” radica en informar con la verdad 
para –de esta manera– fortalecer la construcción de ciudadanía formando adecuadamente la opinión 
pública. Por tal razón, el artículo 14° de nuestra Constitución Política señala claramente que “los 
 
 
40 
 



 
medios  de  comunicación  social  deben  colaborar  con  el  Estado  en  la  educación  y en  la  formación 
moral y cultural”. 
En nuestro país, como en el resto del mundo, las noticias se canalizan por diversos medios: así 
tenemos periódicos, radio, televisión e internet. Todos ellos, tienen la posibilidad de comunicar: 
-  Los  hechos  que  ocurren  en  nuestra  vida  diaria  que  suponen  importancia  para  nuestra 
comunidad o de relevancia nacional 
-  El  bagaje  de  conocimiento  obtenido  por  el  periodista  a  lo  largo  de  su  experiencia 
profesional  
-  Puntos de vista, análisis 
-  Opiniones de expertos; y  
-  La posición editorial del medio.  
Estas  formas  de  comunicación  plasmadas  en  la  narración  o  descripción  de  hechos,  las 
investigaciones de casos, las opiniones y el editorial del medio, sumado al  conocimiento individual 
de cada ciudadano, sirven para construir la opinión pública. 
Esta,  se  forma  –entonces–  dependiendo  de  los  insumos  que  dispone  la  persona  o  el  grupo  de 
personas, su propia preparación, y el grado de conocimiento de la realidad. En todos estos aspectos, 
los  medios  de  comunicación  tienen  una  participación  relevante  que  es  necesario  destacar, 
particularmente  cuando  se  trata  de  asuntos  de  alcance  nacional  y  que  puedan  comprometer  la 
continuidad y supervivencia del Estado. 
 
La seguridad nacional 
Si bien es cierto que “la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin 
supremo  de  la  sociedad  y  del  Estado”  (Constitución  Política  del  Perú,  1993,  artículo  1),  eso  no 
significa  que los  ciudadanos  esperen  cómodamente  que  el  Estado,  a  través  del  gobierno,  cuide  de 
ellos, y que por eso presuman que se encuentran eximidos de responsabilidad.  
De acuerdo a nuestro texto constitucional el “Estado garantiza la seguridad de la Nación mediante 
el Sistema de Defensa Nacional” el cual es presidido por el Presidente de la República y compuesto 
por: 
 
 
 
41 
 



 
-  El Consejo de Seguridad y Defensa Nacional  
-  La Secretaría de Seguridad y Defensa Nacional (fusionada al Ministerio de Defensa mediante 
el Decreto Supremo N° 061-PCM-2016) 
-  La Dirección Nacional del Inteligencia 
-  Los Ministerios 
-  Los organismos públicos 
-  Los gobiernos regionales, y 
-  Los gobiernos locales 
Además, nuestra máxima norma legal, explica que todos los peruanos tenemos la obligación de 
participar en la Defensa Nacional, por lo que –a su vez– debemos involucrarnos con mayor empeño 
en  los  alcances  de  la  seguridad  nacional,  cuyo  concepto  basado  en  la  doctrina  –a  pesar  de  estar 
comprendido en la “Política Nacional Multisectorial de Seguridad y Defensa Nacional al 2030”– es 
poco conocido. 
La  Doctrina  de  Seguridad  Nacional,  que  legalmente  ha  mantenido  el  nombre  de  Doctrina  de 
Seguridad y Defensa Nacional –actualmente aprobada por el Centro de Altos Estudios Nacionales-
Escuela de Posgrado (CAEN-EPG) para fines académicos– especifica que la Seguridad Nacional es: 
La  situación  que  alcanza  el  Estado,  en  la  que  tiene  garantizada  la  Independencia, Soberanía  e 
Integridad  Territorial,  el  Estado  constitucional  democrático  de  Derecho,  la  Paz  Social  y  los 
Intereses  Nacionales;  así  como  la  protección  de  la  persona  humana  y  los  Derechos  Humanos, 
mediante acciones de carácter multisectorial en todos los niveles de gobierno, que permitan hacer 
frente a las amenazas y preocupaciones con la finalidad de crear las condiciones para alcanzar 
mayores niveles de Bienestar General y propiciar el Bien Común. (CAEN, 2021) 
Este concepto  –más allá de los esfuerzos realizados por el CAEN-EPG y anteriormente por la 
Secretaría  de  Seguridad  y  Defensa  Nacional  (SEDENA)–  ha  sido  poco  difundido  y,  peor,  poco 
entendido, no solo por quienes forman parte de las entidades del Estado, sino también por diversos 
estamentos  de  nuestra  sociedad,  entre  los  que  figuran  los  medios  de  comunicación  social,  que  –
quizás– por esta circunstancia, no destacan mayor contenido sobre la Seguridad Nacional, o no los 
relacionan como de esa magnitud,  soslayando que ellos  son el principal elemento para la formación 
de la opinión pública. Ahora bien, muchos preguntarán ¿por qué los medios deben abordar temas de 
seguridad nacional en sus espacios? Sencillamente porque es necesario advertir a la población de los 
síntomas  que  den  indicaciones  de  la  posible  aparición  de  escenarios  de  riesgo,  y  porque  “no  hay 
 
 
42 
 



 
democracia  sin  conocimiento  y  en  el  mundo,  desde  hace  años,  la  presión  de  los  ciudadanos  y  de 
medios responsables logró levantar las reservas informativas sobre temáticas que invariablemente se 
vinculan con la seguridad nacional de los Estados”. (Pinto, 2009) 
 
La prensa y la Seguridad Nacional 
Como gran mayoría de personas en nuestro país, muchos de los periodistas mantienen como idea 
el paradigma equivocado respecto a la  Seguridad Nacional, considerando que ella es de exclusiva 
competencia de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional, confusión originada porque en nuestra 
estructura estatal se conserva la nomenclatura empleada como consecuencia de la Paz de Westfalia, 
que  refiere  a  una  sola  dimensión  de  la  seguridad:  la  integridad  territorial  y  lo  que  ella  conlleva; 
concepción reforzada porque el mismo sistema funcional, que se encarga de este quehacer nacional, 
se sigue llamando “Sistema de Defensa Nacional”. 
El desfase tiene justificación porque, desde el siglo XX, las Fuerzas Armadas con el afán de lograr 
mayor identificación con la población, empezaron a conducir cursos de capacitación para periodistas 
que llevaban el título de “Curso para corresponsales de guerra” inspirados en la experiencia obtenida 
por los Estados Unidos de América a partir de la Segunda Guerra Mundial. En ellos, se preparaba a 
los profesionales de la noticia para efectuar su labor periodística en las difíciles condiciones que exige 
el conflicto armado, y también a comprender que –por razones de Seguridad Nacional– no todo debe 
ser informado, pues el interés nacional es superior ante la “primicia”, la exclusiva” o “la pepa”. Con 
el tiempo, y la aparición del Ministerio de Defensa, el curso adoptó su nombre, llamándose “Curso 
para corresponsales de Defensa”, manteniendo los mismos contenidos y similar objetivo. 
Debido  a  esta  situación  –en  que  por  muchos  años  se  tenía  concebido  que  existía  una  sola 
dimensión de la Seguridad Nacional, que además  era tomada como sinónimo de la Defensa Nacional– 
cuando los medios de prensa necesitaban una información vinculada con la integridad o soberanía 
nacional  tenían  que  consultar  con los  aparatos  de  información  del  Ministerio  de  Defensa  o  de  las 
Fuerzas Armadas; sin embargo la relación entre ellos, en los últimos cien años de nuestra  historia 
republicana,  ha  tenido  –por  cierto–  más  desavenencias  y  distanciamientos  que  acercamientos, 
particularmente cuando las últimas asumieron el poder político, intervención criticada  por alterarse 
la sucesión democrática, aunque hubieron experiencias que inicialmente estaban respaldadas por la 
propia norma constitucional y apoyada por gran sector de la población. 
 
 
43 
 



 
La  crítica  fue  mayor,  cuando  las  atribuciones  de  la  Constitución  Política  fueron  sobrepasadas 
instaurándose  gobiernos  no  contemplados  legalmente,  que  incluso  recurrieron  a  la  censura  de  la 
prensa y también a la expropiación, como en el periodo del gobierno revolucionario de las Fuerzas 
Armadas de los años 70 en el siglo pasado, o con el copamiento de medios durante el gobierno de 
Alberto Fujimori, con intervención y aval de diversos actores estatales. 
La guerra contra Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, así como las 
dos  últimas  guerras  que  sostuvimos  con  Ecuador,  hicieron  que  la  Seguridad  Nacional  cobre 
importancia en los medios periodísticos, pero tal realidad encontró una limitación: la necesidad de 
guardar  el  secreto  de  las  operaciones  que  no  fue  debidamente  explicada,  y  ante  la  ausencia  de 
información,  se  generó  una  reacción  no  comprendida  por  las  oficinas  de  información  de  las 
instituciones armadas:  Los medios de comunicación necesitan de información, y –ante la ausencia 
de fuentes oficiales– se vieron obligados a recurrir a otras, y como consecuencia –en muchos casos– 
la noticia se vio distorsionada. 
Para  subsanar  estas  circunstancias,  los  aparatos  de  información  de  las  Fuerzas  Armadas 
empezaron  a  hacer  mayor  empleo  de  fríos  comunicados  oficiales,  insuficientes  para  los  gustos  y 
necesidades de la prensa, llevando una relación casi impersonal con los medios de comunicación; 
situación que –en la actualidad– es casi una normalidad; como lo hizo notar el señor Iván Slocovich 
(15  de  setiembre  de  2022),  Director  del  Diario  el  Correo,  en  una  conferencia  que  brindó  sobre 
“Comunicación Estratégica”, en  la Escuela Superior de Guerra del Ejército, revelando que –en su 
experiencia profesional (que son largos años)– solamente la Oficina de Información de la Marina de 
Guerra del Perú ha realizado algunos esfuerzos para mantener contacto con su medio periodístico, lo 
cual –obviamente– no coadyuva  a  disponer de mayores publicaciones relacionadas a la Seguridad 
Nacional, vinculados con la labor de las instituciones armadas y el Ministerio de Defensa. 
A pesar de lo señalado, tampoco debe eximirse de responsabilidad a los directores de los medios 
de comunicación, pues la Constitución Política del Perú les demanda una tarea importante, que  no 
tiene  pretexto  para  dejar  de  implementarse  –a  pesar  de  la  poca  interacción  con  las  entidades  que 
deberían  procurarles  insumos  sobre  Seguridad  Nacional–  pues  los  principales  instrumentos  se 
encuentran  disponibles  en  la  web  y  –con  un  poco  de  voluntad–  podrían  acceder,  por  ejemplo,  al 
Decreto Legislativo N° 1129, Decreto Legislativo que regula el Sistema de Defensa Nacional y su 
reglamento; y a la Política Nacional Multisectorial de Seguridad y Defensa al 2030, documentos que 
son  suficientes  para  poder    plantear  el  “cuadro  de  comisiones”  de  sus  salas  de  redacción  que 
permitirán obtener los datos  con la finalidad de incluir en sus publicaciones aspectos relevantes de 
 
 
44 
 



 
la Seguridad Nacional, y –con este conocimiento–como lo señala Salazar (2010), “no importa lo que 
establezca el Gobierno como prioridades de Seguridad Nacional, en buena medida serán los medios 
los que definan las amenazas”. 
Es  una  realidad,  que  “el  cuarto  poder”  tiene  una  preponderante  importancia  en  el  devenir 
ciudadano, y mientras mejor informados se encuentren los periodistas, sus comunicadores, estarán en 
mejores condiciones para cumplir su rol constitucional: 
Los medios de comunicación desempeñan un rol fundamental en el fortalecimiento del sistema 
democrático,  no  solo  porque  mantienen  informada  a  la  ciudadanía  sobre  asuntos  de  interés 
público,  sino  porque  se  constituyen  en  espacios  de  deliberación,  y  sirven  de  vehículos  que 
permiten canalizar críticas y denuncias relacionadas con la actuación de las/os funcionarias/os y 
autoridades del Estado. (Defensoría del Pueblo, 2021) 
Entonces,  los  medios  de  comunicación  juegan  un  rol  fundamental  en  el  conocimiento  de  la 
realidad nacional que no debe soslayarse, por lo que “se requiere la participación de la comunicación 
en la formación de una opinión pública, que se inicie, en primer lugar, con su público interno, para 
posteriormente abarcar a su público externo” (Flores, 2014). 
Desafortunadamente, en nuestro país –y con mayor énfasis en las regiones del interior y zonas 
periféricas de la capital– existen muchos medios que no se preocupan por evaluar el conocimiento de 
quienes dirigen sus programas periodísticos, y sus yerros son luego repetidos de manera geométrica, 
provocando  una  grave  distorsión  en  la  opinión  pública,  como  lo  señala  Sartori  (1998),  citado  por 
Rospigliosi (2000):  “cuando se dicen en la pantalla, las estupideces crean opinión: las dice un pobre 
hombre balbuceando a duras penas, y al día siguiente las repiten decenas de miles de personas” 
Evidencia que fortalece tal aseveración se recoge en una investigación científica realizada en la 
provincia de Huamanga- Ayacucho: 
Los medios de comunicación coadyuvaron a debilitar la gobernabilidad local y regional durante 
el periodo de gobierno 2011- 2014. Asimismo, la percepción de la población es que los medios 
generaron  desconfianza  e  inestabilidad  política  en  el  gobierno  local  y  regional,  debido  a  que 
existen intereses políticos y económicos en el manejo de la información, promoviendo directa e 
indirectamente inestabilidad política, erosionando y debilitando el poder político, la confianza y 
credibilidad de las autoridades. (Jauregui, 2014) 
 
 
45 
 



 
 
La  reciente  experiencia  política  nacional  que  hemos  vivido  después  que  Pedro  Castillo, 
decidió  “disolver  temporalmente  el  Congreso  de  la  República”  que  –naturalmente  conllevó  a  su 
vacancia por haber vulnerado el artículo 117° de la Constitución Política del Perú– tuvo como efecto 
que: 
Unos cuantos miles, arrogándose inconstitucionalmente el ejercicio del poder del pueblo, han 
bloqueado carreteras, causado zozobra, alarma y temor a la población empleando artefactos 
explosivos y otros pertrechos, ocasionando estragos y grave perturbación de la tranquilidad 
pública  con  efectos  en  nuestra  economía  e  imagen  internacional,  todo  por  su  infundado 
capricho  de  no  reconocer  el  orden  constitucional  y  democrático  al  haberse  vacado 
correctamente a Pedro Castillo. (Zegarra, 2022) 
La  protesta  es  un  derecho  que  tiene  cualquier  ciudadano,  aunque  la  efectuada  este  mes  es 
absolutamente  cuestionable  porque  está  fundada  en  premisas  inadmisibles,  pues  un  verdadero 
peruano  debe  mantener  y  fortalecer  la  identidad  nacional,  lo  cual  conlleva  el  reconocimiento  del 
estado constitucional y democrático de derecho del Perú, basado en el respeto de nuestra Constitución 
Política  y  las  leyes  que  norman  nuestro  quehacer  nacional.  Es  increíble  escuchar  opiniones  de 
personas de diferente estrato social y económico que desconocen las reglas más elementales de la 
República del Perú, y que pretendan justificar –por la vía violenta– la imposición de su necia voluntad. 
Mucho peor es que existan pseudo periodistas que –ignorando la normatividad legal– fomenten, con 
sus opiniones, el incremento de tal protesta. 
 
Las organizaciones de información del Sistema de Defensa Nacional 
Y si hablamos de la inercia en la conexión de los aparatos de información de las instituciones 
armadas, que –por la naturaleza de sus funciones– solo se refieren al campo militar ¿qué sucede con 
los otros campos de la seguridad nacional? ¿quién se encarga de procurar la conexión con los medios 
de  comunicación  social  para  que  se  impulse  la  labor  de  difusión  en  el  variado  enfoque 
multidimensional de la Seguridad Nacional? Supuestamente tendría que atenderlo el Ministerio de 
Defensa, al haber fusionado por absorción a la Secretaría de Seguridad y Defensa Nacional, hace ya 
ocho años.  
 
 
 
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La experiencia sufrida en la primera fusión de esta entidad, realizada en febrero de 2003, como 
consecuencia de la Ley N° 27860, Ley del Ministerio de Defensa promulgada en noviembre de 2002, 
nos revela que la especialización de las funciones del Ministerio de Defensa le exigió brindar mayor 
prioridad  a  las  acciones  estratégicas  vinculadas  con  la  organización,  instrucción,  entrenamiento, 
mantenimiento –entre otros aspectos– de las grandes unidades de las Fuerzas Armadas, para que éstas 
puedan  cumplir  de  mejor  manera  los  roles  estratégicos,  derivados  de  su  misión  constitucional; en 
consecuencia y de acuerdo a la evidencia, entre 2003 y 2012 no se logró dar impulso a la coordinación 
con los medios de prensa para coadyuvar el conocimiento de aspectos concernientes a la amplitud de 
la  Seguridad  Nacional,  experiencia  similar  que  también  ha  sucedido  entre  2016  y  2022;  sumados 
ambos  periodos  reflejan  15  años  de  desconexión,  lo  que  de  –alguna  manera–  explica  el  poco 
entendimiento  de  las  responsabilidades  sobre  la  seguridad  de  la  Nación,  que  se  agrava  con  el 
incumplimiento de la ley en la que incurre el Ministerio de Educación al dejar de implementar  la 
educación  sobre  Seguridad  y  Defensa  Nacional,  en  todos  los  niveles  y  modalidades  del  Sistema 
Educativo Nacional. 
Otro factor que no contribuye al fomento de la publicación de análisis u opiniones respecto a la 
Seguridad Nacional, se encuentra en los medios de información que dispone el Ministerio de Defensa 
y las instituciones armadas. Al revisar sus sitios web  y las redes sociales, se observa que se brinda 
una mayor relevancia a las acciones que desarrollan los titulares de esas entidades –fotito incluida– 
convirtiendo sus espacios en magazines, desaprovechándose la oportunidad de edificar la cultura de 
seguridad, situación que no es un inconveniente nuevo, pues se arrastra en el tiempo: 
Las  publicaciones  militares,  son  una  potente  herramienta  que  se  desnaturalizan  cuando, 
quienes las dirigen, las orientan –equivocadamente– a ensalzar la figura del comandante, del 
ministro  o  del  gobernante  de  turno.  No  sólo  se  incurre  en  oportunismo,  también  se  afecta 
negativamente  la  institucionalidad  y  por  último  se  aparta  del  cumplimiento  del  deber. 
(Zegarra, 2011) 
Otra de las circunstancias que afecta la creación de la cultura de seguridad, se manifiesta porque 
los propios integrantes de las instituciones que –por razones funcionales– tienen mayor conocimiento 
de  la  amplitud  del  enfoque  multidimensional  de  la  seguridad  nacional,  prefieren  no  exponer  sus 
análisis por temor a que sus expresiones afecten a alguna autoridad política, lo cual podría tener como 
consecuencia  recibir  alguna  represalia  laboral  o  profesional.  Es  imprescindible,  entonces,  que  los 
titulares de las entidades que conforman el Sistema de Defensa Nacional entiendan que “las ideas se 
 
 
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exponen, no se imponen” y que éstas no deben ser censuradas, ni tampoco percibirse que puedan 
crear amenazas personales, lo que significa que aún sigue vigente lo que recomendé en 2011: 
Queda  en  adelante,  reorientar  los  esfuerzos,  el  trabajo  en  conjunto,  profesional  y  patriótico, 
promoviendo el pensamiento militar y estratégico; tarea poco fácil cuando existen antecedentes 
de restricción del pensamiento que probablemente retrajo a algunos que preferían “no quemarse” 
exponiendo  conceptos  críticos  o  diferentes  a  la  tendencia  de  quien  estuviera  en  la  cúpula  del 
momento, dejando que el jefe escuche lo que quería escuchar, o también por temor a represalias 
que pudieran haber afectado sus intereses de promoción profesional.  
 
Consideraciones finales 
El Perú exige disponer de un marco de  Seguridad Nacional  que permita concretar acciones en 
provecho del mejoramiento de la economía de todos los peruanos. Para tal loable fin, se requiere la 
participación de todos los peruanos; pero si existe algún sector de la población que –por ignorancia, 
o  peor  por  ventaja  particular–  no  respeta  el  estado  constitucional  y  democrático  de  derecho,  este 
interés nacional se verá obstaculizado. 
Urge, entonces que quienes  tienen la posibilidad de informar lo realicen adecuadamente  de tal 
forma  que  se  instituya  una  opinión  pública  coherente  con  los  fines  del  Estado,  coadyuvando  la 
creación de condiciones que permitan alcanzar nuestros objetivos nacionales.  Apremia también la 
reflexión  sesuda  de  quienes  dirigen  los  programas  periodísticos,  pues  su  trabajo  constituye  una 
obligación constitucional; labor que necesariamente debe ser impulsada por la entidad que gestiona 
y  articula  el  Sistema  de  Defensa  Nacional,  de  manera  que  los  medios  de  comunicación  social 
dispongan de información de primera mano, y que reciban la explicación adecuada de los asuntos  –
que por razones de Seguridad Nacional– no deben ser puestos en conocimiento público. 
Si  la  opinión  pública  es  antitética  al  ordenamiento  constitucional,  el  Perú  sumará  una  nueva 
preocupación con bemoles de peligro para la Seguridad Nacional. Es indispensable, por tanto, actuar 
de manera efectiva para disponer de una ciudadanía que atienda y entienda los asuntos de la Seguridad 
Nacional;  y  también,  en  esa  misma  dirección,  se  impulse  las  actividades  educativas  en  todos  los 
niveles  y  modalidades  del  Sistema  Educativo  Nacional,  con  la  contribución  de  los  medios  de 
comunicación social, que resultan ser clave para este propósito.  
 
 
 
48 
 



 
Referencias 
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Sartori, G. (1998). Homovidens. Lasociedad teledirigida. Taurus, Madrid, p. 11. 
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fernando-e-zegarra-lopez-opinion-noticia/ 
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Acción N° 49, abril-junio 2011. Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Perú. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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REVISTA ACADÉMICA CUADERNOS DE TRABAJO 
La  revista  académica  “Cuadernos  de  TRABAJO  fue  creada  con  la  finalidad  de  difundir  la  creación 
intelectual, la producción docente e investigadora, el conocimiento científico y el pensamiento estratégico, 
tanto  de  los  miembros  de  nuestra  comunidad  académica  como  de  docentes  e  investigadores  invitados, 
sobre los campos temáticos de la Doctrina de Seguridad y Defensa Nacional, y las líneas de investigación 
del CAEN-EPG. Se encuentra a cargo del Departamento de Doctrina.  
En  cada  edición se  abordará  un  tema  central  en  torno al cual se  presentarán artículos de  investigación 
originales,  artículos  de  revisión,  artículos  metodológicos,  reseñas  bibliográficas,  entre  otros  tipos  de 
artículos,  desde  diversos  enfoques  y  perspectivas  disciplinares,  contribuyendo  de  este  modo  con  la 
seguridad y el desarrollo nacional. 
El tema central para nuestras siguientes ediciones estará vinculado a los siguientes aspectos: 
•  Realidad Nacional 
•  Multidimensionalidad de la Seguridad Nacional 
•  El campo político de la Seguridad Nacional 
•  El imperio de la ley y la Seguridad Nacional 
•  Informalidad: Efectos en el desarrollo y la Seguridad Nacional 
•  Recursos para la Seguridad Nacional 
•  El campo económico de la Seguridad Nacional 
•  El campo científico-tecnológico de la Seguridad Nacional 
•  Seguridad de la información  
Se  invita  a  la  comunidad  académica  nacional  y  profesionales  interesados  en  la  Seguridad  Nacional  a 
participar 
remitiendo 
sus 
artículos 

través 
de 
nuestro 
portal 
en 
http://revistas.caen.edu.pe/index.php/cuadernodetrabajo.  Para  tal  efecto  es  necesario  considerar  las 
siguientes normas de redacción: 
1.  Los  artículos  que  envíen  a  la  Revista  Académica  Cuaderno  de  Trabajo  deben  ser  originales  e 
inéditos. 
2.  Los artículos remitidos deben de entregarse en formato Word A4 y en tipo de fuente Time New 
Roman tamaño 12. 
3.  La extensión ideal sugerida es entre 4,000 palabras y 6,000 palabras. 
4.  Incluir, resumen, abstract, y palabras claves 
 
 
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5.  Respetar las normas de redacción académica establecidos por el Manual de Publicaciones de la 
American Psychological Association (APA) vigente para uso de citas y referencias. 
6.  El interlineado debe de ser 1.5 cm, texto justificado. 
7.  Los títulos y subtítulos sin mayúsculas, excepto la primera letra de la palabra inicial y los nombres 
propios. 
8.  Acompañar  referencia  resumida  de  la  hoja  de  vida  del  autor  del  artículo,  en  un  solo  párrafo, 
incluyendo filiación institucional, y número ORCID. 
9.  En cuanto al tipo de artículos, podrán ser: 
a.  Científicos, que recoja los avances o resultados de un trabajo de investigación;  
b.  De reflexión original;  
c.  De revisión;  
d.  De reporte de caso. 
e.  Monografías y ensayos 
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científico de acuerdo con las declaraciones de Budapest (2002), Berlín (2003) y Bethesda (2003). 
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